Desafío

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Pasaron tres meses desde que inicie la Universidad, no podría decir que fue lo más emocionante que ha sucedido en estos meses porque realmente todo me lo parece. 

Aunque definitivamente podría destacar el hecho de que hice una amiga, Rosie. Sí, ella y yo nos frecuentamos diariamente desde aquel primer día, es una persona tan dulce, cálida, amable y divertida. Cada día de la semana estamos juntas en la Universidad, vamos a cafeterías y lugares divertidos, ella tampoco es de Los Ángeles por ello, decidimos conocer juntas la ciudad.

A pesar de nuestra cercana amistad, no me atrevo aún confesar quienes son mis padres, sé que es una buena persona pero hasta no estar segura fielmente de su interés sincero conmigo, solo Lisa la chica nueva, sin ningún otro rotulo, solo yo, una estudiante más de 18 años.

***

Mis padres saben de ella, están muy felices por mi adaptación, creen que fue una gran decisión este cambio y estoy de acuerdo con ellos. He conseguido que cedieran a mi pedido de buscar un empleo- aunque sea algo simple-, quiero experimentar al igual que todos tener mi propio dinero, mis horarios y responsabilidades. Soy consciente de que no lo necesito, pero aun así quiero hacerlo.

-Está bien Lisa, pero debes prometer que solo será algo de pocas horas que no te distraiga de tus estudios.- hablo mi madre.

-Estoy de acuerdo, si tus calificaciones bajan.-agrego mi padre- Promete que lo dejaras de hacer sin quejas.-pidió.

-Lo prometo. ¡Gracias, los amo tanto!- Exclame eufórica, ellos rieron. Me acerque y los abrace fuertemente, ellos son todo para mí, son las mejores personas que me pudieron haber tocado como padres. 

Esta semana me encargaría de poder conseguir empleo en base a mis horarios, estaba tan entusiasmada de la idea de vivir mi propia experiencia.

*

Lunes, nueva semana de clases. El día de ayer me postule en varios empleos de media jornada, estaba realmente ansiosa por que alguno me aceptara, principalmente me anote en cafeterías, tiendas pequeñas y librerías, pero en lo primero que me llamaran aceptaría ansiosa.

*

Jueves, me siento algo desesperanzada, llamaron de algunos lugares a los que postule pero los horarios se cruzaban con la Universidad y eso me deprime bastante. 

Me encuentro de camino a una cafetería con Rosie, ella está trabajando allí, pero no necesitan más personal por ahora.

-Vamos Li, cuando menos lo pienses aparecerá lo que buscas.- Dijo Rosie animándome. Sonreí ante su intención de hacerme sentir mejor.

-Tienes razón, no paso tanto tiempo.- hable optimista.

-Muy bien, esa es mi chica.-animo- Vamos, te regalo un batido.- sugirió. Accedí encantada.

Tan pronto llegamos a la cafetería una señora estaba pegando un cartel en un poste frente a la cafetería donde Rosie trabaja, nos acercamos y la señora nos quedó mirando. Tenía cabello negro, con algunos destellos plateados de la edad, sus ojos se veían suaves, noto nuestra curiosidad en sus folletos.

-Hola niñas, si están interesadas o conocen a alguien- dijo depositando unos folletos en nuestras manos- estoy necesitando un paseador más- finalizo.

-¿Paseador?- pregunte curiosa. Rosie y la señora sonrieron ante mí desconocimiento del término.

-Paseador de animales, específicamente perros.- contesto la señora a mi duda.

-Oh por Dios, eso es adorable- dije en voz alta, haciendo que ambas rieran.

-¿Te gustan los perros?- pregunto aquella mujer.

-Definitivamente si, los animales en general. Pero los perros son mi debilidad- conteste y la mujer sonrió con ternura. 

-¿Quieres el empleo?- pregunto.

-Sí, sí!- respondí, pero inmediatamente recordé la importancia de los horarios- Lo siento, debería saber los horarios porque estoy estudiando, lo siento.- disculpe.

-El horario es flexible- continuo- son solo dos horas de Lunes a Sábados de 6 a 8 de la mañana-explico- tengo otro estudiante empleado, se han sumado muchos caninos de esta zona y necesita ayuda.-comento.

-Entonces, acepto- respondí. La mujer me dio su número de teléfono y dirección, empezaría el lunes pero quería tener mis datos y papelerío en orden para una prueba de 1 mes.

Mis horarios no se cruzarían, estaba completamente feliz con esta casual oportunidad. Cuando se lo comenté a mis padres se pusieron contentos porque saben cuánto amo a los animales, nunca pude tener una mascota porque siempre estábamos de viaje, pero ahora por fin si quisiera podría tenerla.

***

Es sábado al fin, llamo Lilian la mujer del empleo, me confirmo el horario del lunes, tendría que estar una semana con el chico que trabaja allí, para conocer el recorrido y los dueños de los perros. Estaba tan ansiosa que olvide de preguntar el nombre del chico, pero no me importaba al fin tendría mi primer empleo, mi primer desafío, el sueldo era acorde a la labor y me era suficiente, estoy feliz.

 Estaba tan ansiosa que olvide de preguntar el nombre del chico, pero no me importaba al fin tendría mi primer empleo, mi primer desafío, el sueldo era acorde a la labor y me era suficiente, estoy feliz

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Gaby

The Blue Shadow ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora