The Feelings of a Military [EN CURSO]

C H A P T E R 6

Cinco meses habían pasado ya desde esa ruptura "desastrosa", poco a poco y después de muchas noches sin dormir lamentando cada segundo de su vida a lado del hombre en quien confió con ceguedad decidió salir adelante, buscarse a si mismo en la bruma que fueron esos 5 años junto a un militar.

Por ahora en lo único que se centraba nuestro bello Jimin era en su trabajo, el diseño gráfico, siempre lo había apasionado más de lo que pensó nunca, mentiría si dijera que en todo ese tiempo no pensó en Yoongi ni una sola vez, porque el recuerdo del pálido hombre lo atormentaba día y noche como un vil acosador.

Después del trabajo se le era normal a Jimin regresar a su apartamento, ya que era donde se sentía cómodo y fuera de peligro, porque extrañamente se sentía al acecho de algo o de alguien, esa sensación comenzó un par de semanas después de que se mudó a su nuevo apartamento ya que vivir con Tae se había vuelto una total tortura para sí mismo, su amigo no era el ser más ordenado del mundo y a él encantaba mantener su orden y su espacio lo más armónico posible para poder trabajar, pero regresando al tema principal, Jimin se sentía perseguido, todos los días.

Al poco tiempo simplemente dejo de lado eso, no lo sentía como una amenaza real, aunque de todos modos llevaba con él una navaja pequeña para defenderse si un día pasaba a mayores. Después de un leve desvió hacia una de las tiendas de conveniencia para comprar detergente regreso a su ruta normal, o eso pensaba hacer antes de encontrarse el fornido cuerpo de un hombre frente a él.

— ¿Se le ofrece algo? — Pregunto Jimin al hombre, por alguna razón su rostro se le hacía familiar, pero no sabía de donde exactamente.

— ¿Es usted Park Jimin? — El rubio asiente mientras el otro saco de uno de los bolsillos de su pantalón una especie de placa que Jimin conocía muy bien, placas de la milicia, ahora recordaba al hombre, era Kim Namjoon segundo al mando después de Yoongi.

— Yo ya no tengo nada que ver con Min Yoongi, no sé porque me busca o que desea, si necesita algo de él, pues búsquelo a él, pero yo ya no sé nada.

El hombre lo mira con gracia negando despacio.

— ¿Usted es ex conyugue de Min? — Jimin cansado suelta un suspiro negando rápido, quería irse a su apartamento y dormir para siempre si eso era posible, y sí que lo era, pero no podía con esa bola de músculos frente a él impidiéndole el paso.

— No, no nos casamos, solo estuvimos juntos cinco años, ¿Me puede decir ya que quiere?, tengo cosas que hacer.

Kim comprendiendo la situación asiente entregándole un sobre con el nombre del menor garabateado en este, el sobre estaba sucio bastante sucio y con gotas secas de quien sabe qué.

— El coronel Min lo manda buscar. — Es todo lo que sale de la boca del moreno y Jimin solo suelta una carcajada nasal negando, ¿Acaso Yoongi era idiota?, no le había mandado un mensaje, ni una llamada para pedir disculpas, nada, simplemente se esfumo de su vida y ahora quiere que vaya con el así por así.

— Dígale a Min que no moleste, que yo no soy un juguete, que se busque a otro.

Y sin más el chico comenzó a caminar directo a su apartamento pasando por completo del hombre, este no lo dejo ir y lo tomo del brazo para después ver como un auto se aparcó frente a ellos y con toda suavidad que un hombre de 1,90 y músculos hasta en los pensamientos lo metió al auto junto a sus artículos de limpieza.

— Lo siento, Señor Park pero el coronel lo necesita.

Jimin más asustado que antes intenta abrir la puerta, pero tenía seguro para niños y después todo el auto comenzó a moverse a la base que Jimin conocía a la perfección, antes de que el auto avanzara un poco más el rubio recuerda la carta entregadas momentos antes y la abre viendo una hoja casi vacía solo con dos líneas escritas.

Buenas tardes, Jimin.

Te necesito en la base militar, por favor coopera.

Y Jimin solo pensó: Maldito hijo de puta. Por que a pesar de todo aun quería un poco a Yoongi.

Pero bueno aquí yo osándome a actualizar jeje.

Ya estaré mas activas bebitas, ténganme un poquito de paciencia  que me tendrán aquí un buen rato.

Las amo. Hasta el lunes.