Bullying

110 5 1
                                    

Buscas un modo de evadirte, ya nada te alegra, los problemas solo aumentan y no encuentras solución, te ahogas en un sinfín de dudas e inseguridades. Hasta que lo vez, no una luz, un haz de oscuridad.

Esas cuchillas estaban ahí, en bandeja de plata, el último ingrediente para el desastre… Tu piel llora, y tus labios se tuercen en una sádica sonrisa, pero al ver tus brazos con tan horribles heridas te asustas y tratas de ocultarlas, comienzas a usar mangas largas, vistes de colores opacos y tu mirada se vuelve vacía. Cada noche cortas sobre las heridas que ni siquiera han cicatrizado, es lamentable.

Dejas de comer, vomitas todo y pasas del almuerzo, cada vez que lo intentas los insultos vuelven a tu mente, y lloras, de nuevo, sola en tu cuarto y con las cuchillas encajadas en tu piel. Ahora ya no solo son tus brazos, tienes las piernas marcadas, ojeras y tu cuerpo está demasiado delgado. Te llamaban gorda, sin saber que te lastimaban, ignoraban tus sentimientos, pisoteaban tus sueños. Llegaste al hospital, solo eras piel y huesos, tu madre llora desconsolada y tu padre se siente impotente, la culpa puede contigo y buscas la manera de levantarte y abrazarlos, caes y la frustración te inunda, no puedes siquiera mantenerte en pie, las lágrimas caen por tus mejillas mientras las enfermeras te ayudan a recostarte. No tienes las fuerzas para sollozar, no puedes comprender como llegaste a este punto, y aunque recuperes la salud física, nadie podrá reparar tu dolor.

Notas deprimentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora