Sanando heridas

46 5 2
                                    

Estaba oscuro. Sentiste la pesadez de tus párpados sobre tus ojos, escuchabas el sonido de un monitor,  tu cuerpo laxo sobre una camilla, trataste de abrir tus parpados, pero sólo pudiste rodar tus ojos hacia los lados.

Tu boca derepente se sentía seca y pastosa, intentaste abrirla y de tu garganta salieron quejidos.

Escuchaste unos movimientos y pasos rápidos acercarse.

—(Nombre)— escuchaste una voz conocida mientras sentías unas manos cayosas tomar tu mano izquierda. Con dificultad abriste los ojos, adaptandote a la luz de la habitación en la que te encontrabas.

—¿Kat?— dirigiste tus ojos hacia los rubies de tu amado. Con un suspiro de alivio te dedicó una sonrisa cálida. Luego recuperando la sensación de todo tu cuerpo, pudiste sentir un pellizco en tu brazo, a la cuál le dirigiste una mirada de confusión que cambió a total horror cuando viste la intravenosa conectada a tu brazo izquierdo, con pánico intentaste sacarla pero unas manos firmes detuvieron tus movimientos.

—Hey, Tranquila, no pasa nada, estás a salvo— te dijo Katsuki en voz suave y baja, la cual logró calmar tus nervios.

— ¿Q-Qué está pasando? — dijiste asustada.

—Te desmayaste después de la pelea con el put...—

— ¿Estás bien?, ¿Están bien todos? No quise hacerle daño a nadie Kat, estaba siendo controlada por ese sujeto, y-y simplemente n-no p-pude controlarme, — tu voz se empezó a quebrar— Siempre logro interrumpir la conexión pero esta vez no p-pude, no pude y-y le hice daño a todos.— susurraste con lágrimas gruesas resbalando por tus mejillas.

—Shh, no fue tu culpa, nada de eso fue tu culpa, todos están bien y estables, sólo preocupate por tu recuperación ¿De acuerdo?— su aterciopelada voz  calmó una vez más tu mente perturbada.

—¿Qué es esto, en dónde estoy?— espetaste inquieta, intentando nuevamente quitarte la intravenosa.

—Estás en un hospital... No seas terca, deja el suero, lo necesitas,— respondió Katsuki luchando por no perder la paciencia. Volviendo a tomar tu mano con suavidad para detenerte.

—K-Katsuki, yo... lo siento tanto— soyozaste e incontrolablemente sentiste como tu rostro se arrugó y la cubriste con tus manos, dejando escapar todas las lágrimas contenidas. Katsuki con el corazón encogido, inmediatamente se sentó en el borde de la camilla y te abrazó con cuidado sosteniendote y dejando que sacaras todo lo que sentías. Ocultaste tu rostro en su pecho y te dejaste consolar.

—No tienes nada que sentir nena, traquila, sácalo todo— acarició con ternura tu cabello —Lo sé cariño, ya estás bien, ya te tengo— respondió con suavidad tus ininteligibles palabras que se distorsionaban con tu soyozo.

Llorabas por todo lo que pasó contra su pecho: tu descontrol y ataque a otros héroes, desahogaste toda la carga que llevaba tu corazón, estar lejos de Katsuki, y el trauma sufrido en el laboratorio por largos años.

Estuvieron asi unos cuantos minutos que parecieron horas, en lo que te tranquilizabas mientras Katsuki te llenaba de delicados besos por tu rostro y la coronilla de tu cabeza acunándote entre sus fornidos y cálidos brazos. Te fuiste tranquilizando aspirando su aroma masculino y acaramelado. Poco a poco la paz reinó en tu corazón. Estabas en casa.

— ¿Cuánto tiempo llevo inconsciente?— preguntaste luego de separarte de su abrazo, sintiendo frío instantaneamente. Katsuki te dió un pañuelo para limpiarte las lágrimas y la nariz.

— Han pasado 4 jodidos días, estaba comenzando a preocuparme— al decir esto notaste las ojeras bajo sus ojos.

— ¿Has estado durmiendo aquí?— preguntaste intuyendo la respuesta.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 19, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

A Tu Alcance | Bakugō X LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora