El Laboratorio

46 5 2
                                    

Otro día más en la pecera, tu respiración se amortiguaba contra la máscara de oxígeno que cubría tu boca y nariz, no podías ver nada con la venda en tus ojos, solo sentías contra tu piel desnuda el tibio líquido en el que te mantenían sumergida, ese líquido evitaba que utilizaras tu quirk a voluntad.

Te pincharon tu dosis diaria de Invyctus, la droga creación del Dr. Zendo Ishida, ésta por medio de estímulos psicologicos y físicos estimula la mutación del quirk haciéndolo más potente y en algunas ocasiones muta a otros quirks dependiendo de a lo que la mente se esté defendiendo. El Dr. Zendo, planeaba hacer de ti un arma contra los héroes, debido a tus habilidades de absorber energía desde golpes recibidos, hasta seres vivos convirtiéndola en poder para tus ataques como armas en tus brazos o lanzar energía de poder, sin mencionar tus capacidades para teletransportarte, el Dr. Quería llegar a más lejos contigo debido a la respuesta de tu cuerpo, hasta que nada pudiera detenerte, quería pulir tu quirk, agudizarlo, hacerlo letal. Así serías invencible para cualquier héroe.

Lo había seducido tanto tu quirk cuando lo enfrentaste siendo la única persona que lo tuvo al borde de la muerte hace 5 años. Si no fuera porque te disparó un un sedante justo antes de que soltaras tu Supernova tu y él habrían sido polvo espacial. Utilizando sus ultimas energías llevó tu cuerpo inconsciente devuelta a la tierra con su vuelo incrementado hasta su laboratorio, donde comenzó con sus experimentos con tu cuerpo.

Sólo había un problema, no lograba controlar tu mente al 100% cada vez que lo hacía tu no permitías la conexión, provocando su ira.

La manipulación era una buena alternativa, torturando a unos cuantos pacientes para que hicieras lo que te pedían a cambio con dejar de lastimarlos, con lagrimas de impotencia accedías enfrentandote con otros pacientes bajo el control mental lastimándolos de gravedad, e incluso matando a unos cuantos sin que pudieras detenerte a tiempo, esto te quebró completamente, matar a gente inocente que al igual que tú eran ratas de laboratorio en contra de su voluntad.

Decidiste apagarte y rechazar por completo el control, en varias ocasiones lastimaste a los subordinados de Zendo para defender a los más débiles, ésto te llevo a soportar castigos y torturas atroces hasta llevarte a la inconciencia, sabías que el Dr. Zendo no se podía dar el lujo a matarte puesto que eras su proyecto más ambicioso. Pero de verdad que habrías preferido ese destino que soportar la tortura y el dolor.

Ya habías intentado acabar con tu vida con lo que tuvieras a la mano, por ello te despojaron de todo hasta de tu ropa para evitar que te hicieras daño o lastimaras a alguien más.

Ante tu falta de respuesta sobre su control mental y tus intentos suicidas, frustrado te mantenia flotando desnuda, con ojos vendados y máscara de oxígeno para que pudieras respirar, en una estructura tubular que venía desde el techo hasta el suelo llena de un líquido rosa que mantenía tu quirk apagado.

Ésta noche no podías dormir a pesar de tener los ojos cerrados detrás de esa fina tela, escuchaste abrirse las puertas automáticas de la sala en la que te encontrabas, sabías exactamente quien estaba detrás del cristal observandote como una especie exótica de su colección.

-Es hora- una instrucción tajante que todos sus subordinados entendieron, y tu también.

Los pitidos que alertaban tu egreso de aquel estanque llenaron la sala, quitando todos los cables en los que te mantenían conectada para revisar tus signos vitales y niveles de droga en tu sistema; te sacaron del tubo por la parte superior.

La sustancia rosa mantenia tu cuerpo un poco adormilado, tenían exactamente 2 minutos antes de que ese efecto pasara para poder trasladarte a la sala de entrenamiento especial antes de que pudieras utilizar tu quirk.

A Tu Alcance | Bakugō X LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora