Reconfortante

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𝑽𝒊𝒏̃𝒆𝒕𝒂.

Lo último que Mikasa recordaba era estar con Eren en un caballo y tener un fuerte dolor en el abdomen luego llegar a la muralla donde uno de sus superiores le dijo que tenia que ser vista por un doctor urgentemente, después de eso no recordaba nada más que su vista nublada.

Empezó a abrir los ojos pero ya no estaba donde antes, lo primero que vió fue un techo de madera e hizo un intento inútil de levantar la cabeza aún se sentía adormilada y adolorida, se mantuvo unos segundos acostada hasta adaptarse de nuevo a la realidad para retomar la misión de alzar la parte superior de su cuerpo y ver a su alrededor esta vez victoriosa, pero tuvo una sorpresa con lo que vió o más bien a quien vió.

Era aquel al que tanto protegía y ponía por encima de casí todas las cosas y era por quien ahora se encontraba en este estado.
Se encontraba en una silla al costado de su cama, este se apresuró a frenarla al ver que se estaba levantando.

—Que crees que haces Mikasa.—dijo mientras la tomaba por los hombros y la obligaba a recostarse de nuevo.—No puedes moverte, aún estas sensible.—

—Eren.. que pasó, que pasó con Reiner y Bertholdth..—el en respuesta solo soltó un suspiro con pesades.

—Al parecer aún no re ordenase tus pensamientos, Mikasa ellos fueron atacados por Titanes y huimos, desconocemos su estado.—

—Oh..si lo olvide, lo siento creo que sigo sin despertar del todo.—

—No te preocupes por eso, mejor dime, tienes hambre?me dejaron comida para cuando despertaras.—

—Mm, de echo no tengo ganas de nada.—dijo desviando su mirada hacia la pared.
—Estas segura? Esta todo delicioso, incluso Sasha comió más de lo normal en ella—
—Si, mi apetito esta por los suelos.—
—Bueno, si no te da hambre en unas horas comeras de todos modos, necesitas  recuperar fuerzas.—
Pasaron unos minutos en un silencio incómodo,Ninguno se atrevía a estimular una palabra y ambos sabían la razón.

—Eren donde está mi bufanda.—dijo ella alarmada al percatarse que no había nada en su cuello.

—Yo te la quite, creí que te incomodaria para dormir.—
—Sabes que no me incómoda tenerla Eren.—

—Esta bien aquí la tengo pero ya tranquilizate.—dijo para posteriormente abrir uno de los cajones que había en algún mueble y saco la roja tela tan icónica en la chica y se tranquilizó al verla práctiamente al instante.
Algo en ella se decepcionó al ver que el solo le extendía la mano para que ella misma agarrara la bufanda.

—Que pasa, no la tomaras?—

Hubo un silencio.

—Eren.., dijiste um..—
No termino la frase, pero al el logro comprender lo que le quiso decir.

—Quieres que te la ponga?—

Recibió un asentimiento de cabeza como respuesta, sostuvo la bufanda de uno de los costados para luego pasarla por el cuello y la cabeza de Mikasa, no era como alguien normalmente la colocaría pero se sintió especial, fue como la primera vez.

El color de piel de la chica se empezaba a confundir con la bufanda, luego de unos segundos simplemente se la acomodo de manera que no le incómodara.

—Gracias..—

—Esta bien, de alguna forma me gusto la sensación de volver a hacerlo, me recuerda a cuando éramos niños..—una pequeña sonrisa se formó en su rostro, lamentablemente se percato de esto y con un notorio nerviosismo de levanto de la silla.

—Olvidalo ya tienes que comer escuchaste? , ahora vengo.—tras decir estas palabras intentando sonar retador y serio salió de la habitación, dejando a una Mikasa con un sentimiento reconfortante, pero con más dudas de las que tenía antes.

Drabbles EremikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora