Rutina de ejercicio [TaeSoo]

❦Rutina de ejercicio❦

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Un mes.

TaeHyung tenía un mes, un mes el cual había pasado tan rápido como la brisa fresca de otoño, llevándose las hojas secas y cálidas. Un mes y se reencontraría al fin con su bonita azabache de ojos dulzones y labios carmín.

Tae debía admitirlo, estaba feliz. Y aunque el castaño de verdad quería que su Jichu estuviera a su lado ya mismo, debía calmarse, ella ya le había comentado en su última videollamada que en unos días acababa todo, y que ni bien eso pasara, iría tan rápido como palpita un corazón hacia la bonita casa en la que ambos vivían en secreto.

El castaño suspira entonces, encantado pero a la vez cansado, dejando la pesa de unos cuantos kilos en el piso para tomar una toalla y secarse el sudor que perlaba su piel canela. La rutina de ejercicio que había comenzado hace unas semanas era agotadora, pero valía la pena y ya se había adaptado a esta, además, con ayuda de Jungkook junto con el apoyo de Hobi, pudo seguir y no rendirse, además de la alimentación bien vigilada de Yoongi, quien no quería que este enfermase y se negaba a que Tae siga una dieta extrema, sino una saludable.

El castaño no se negó, después de todo, su objetivo era estar mamadísimo y no bajar de peso. Dando unos pasos y retirándose los mechones que caían húmedos en su frente, TaeHyung decide mirarse al gran espejo de su habitación, orgulloso de su abdomen desnudo y ya algo marcado, además de sus piernas fuertes, y ni hablar de cómo últimamente ha andado presumiendo sus brazos.

—Yeap, toda una lindura... Lindura con músculos.— pronuncia feliz, dando poses y poses frente al cristal para marcar mejor los resultados de hacer muchas sentadillas, abdominales y horas en las máquinas del gimnasio que tienen los miembros. Tan absorto estaba en sus pensamientos (y cuerpito sexy), que no se dio cuenta cuando Jimin entró a su habitación, y cuando lo vio hacer aquello, tan solo empezó a reír.

—Caray, me imagino cómo te debes sentir.— habla el rubio, haciendo que el chico de ojitos miel respingue y abra su boquita cereza, cubriendo rápidamente su piel desnuda.

—¡Jimin, no entres tan de repente!— exclama avergonzado y con su carita canela teñida en un fuerte carmesí, la confianza se le había escapado tan rápido.

—Tranquilo, te ves bien TaeTae.

—¡Tápate los ojos, mi Jichu debe ser la primera en ver mi cuerpo!

—Ni que estuvieras desnudo.

—¡Igual!

—¡Pero si tú eres el que presume tus brazos a cada rato!

—¡Pero son brazos!

—Ah, como sea... ¿Ya has visto lo último?— pregunta resignado Jimin, sacudiendo suavemente su celular y llamando la atención del castaño, quien rápido se coloca una polera blanca y ancha.

—¿Qué cosa?

—La noticia de tu competencia.

—¿Eh?— murmuró Tae, abriendo en grande sus orbes dorados para acercarse a su mejor amigo, quien le muestra la pantalla de su celular.

TaeHyung frunce el ceño y aprieta sus puñitos, observando la entrevista del dichoso Jung Hae-in.

«Definitivamente, trabajar al lado de una actriz tan talentosa y brillante como Kim JiSoo fue fenomenal, además, es una mujer muy hermosa que roba corazones...»

El ojito derecho del castaño tiembla al escuchar aquello, sobre todo al ver el rostro de ese azabache de piel blanca y sonrisa... Ah, de verdad que no puede decir nada malo porque es muy bonito, ¡Pero igual!