En algún punto, todos nos cansamos de correr. La batalla no había comenzado, pero Loki estaba cansado de luchar contra las circunstancias, contra los demás y contra sí mismo. La soledad se estaba apoderando una vez más de su corazón. Revivía constantemente su última conversación con Mobius y sentía que cualquier avance que tuvo, lo destruyó piedra por piedra con su reprochable actitud. La compasión que aprendió por sí mismo, la había olvidado en la primera oportunidad, y se martirizaba por aquellos actos en los que no veía más que cobardía.
Quería pensar que todo lo estaba haciendo por un bien mayor, que podría solucionar las cosas, pero no había tregua en los escenarios que contemplaba. Había alguien más fuerte detrás de la AVT, una variante superior a la que él conoció y ahora no sabía si sus acciones estaban siendo mediadas por él.
El pequeño intercambio con Renslayer le dejaba más preguntas que respuestas. Se sentía perdido y desesperado en un mar revuelto, un mar demasiado amplio y profundo. Solo quería regresar a aquellos días con Mobius en la playa. Incluso cuando la preocupación del futuro prevalecía en una esquina de su mente, había sido genuinamente feliz. Sabía que cualquier solución que encontrara no era garantía de paz, de tranquilidad, pero no imaginaba un prospecto donde las cosas pudiesen estar peor.
Loki avanzó por los pasillos de la AVT. Había escuchado que Sylvie y B-15 habían escapado. Le costaba creer que eso fuera una casualidad. ¿Estarían siendo controlados todos sin darse cuenta? El multiverso se estaba ramificando. Él había sido testigo de ello, y no solo testigo sino partícipe. Había conocido a una variante de Mobius que no lo reconocía, una AVT donde abiertamente idolatraban a alguna de las versiones de «Aquel que permanece»... pero entonces, ¿por qué habían escapado tan fácilmente y por qué nadie estaba intentando traerlos de vuelta?
El objetivo que le habían pedido cumplir iba en contra de todo por lo que Sylvie había luchado. Se suponía que debían de frenar el caos... pero durante todo ese tiempo, tampoco había visto tantas manifestaciones de él como había imaginado. Sabía a la perfección que su perspectiva era muy limitada y que probablemente habría estragos en otros sitios donde las líneas de tiempo se habían cruzado o entrelazado, pero de momento no tenía evidencia de ello.
No importaba. Mientras que pudiera traer de vuelta a Thor y estar de nuevo con Mobius y mantenerlo a salvo, quería pensar que lo demás eran simples detalles... pero sabía que no era así.
Estaba confundido, quería el consejo de Mobius. Podían haber ideado un plan tras otro, sin importar las veces que se fallaran... pero él ya había elegido su camino, y una vez más, parecía estar del lado equivocado, se sentía cansado y no sabía si tendría la fuerza necesaria para volverse a levantar.
***
Alioth era capaz de destruir tiempo y espacio. Todo lo que tocaba, dejaba de existir. Para controlarlo, Sylvie había necesitado de la ayuda de Loki, y ahora él no estaba allí. La bestia avanzaba en el amplio pastizal del Vacío. Algo era distinto en ella. Sylvie no sabía si se había debilitado o si acaso parte de su poder seguía latente en su cuerpo, pero aquella densa nube no actuaba con la ferocidad con la que los había recibido la última vez a Mobius y Sylvie.
-Esto se suma a la lista de cosas extrañas que han estado pasando últimamente -dijo Sylvie.
-¿A qué te refieres? -preguntó Mobius.
-¿No crees que en general las cosas han resultado demasiado fáciles? Logramos escapar, llegar hasta acá y encontrarnos a un Alioth que no quiere devorarnos en cuanto pusimos un pie acá. Podría ser una trampa.
-Y probablemente lo sea, pero de momento podríamos aprovechar la conveniencia de todo esto.
-De acuerdo -coincidió Sylvie.
-Esperen -intervino B-15 -¿Realmente piensan actuar sin un mejor plan o averiguar antes si hay alguien detrás?
Mobius entendía aquella forma de pensar. Sabía que B-15 había seguido las reglas siempre, que sería difícil derribar eternidades viviendo en la AVT y sus costumbres burocráticas donde cada acción era medida, pensada y elaborada con demasiada cautela. En ese sentido, él había sido parte de una pequeña excepción en la que, pese al adoctrinamiento, había sabido doblar las reglas a su favor.
-Creo que te agradará más esto -le aseguró Sylvie, avanzando hacia Alioth, al mismo tiempo que B-15 le dedicaba una mirada de desconfianza.
Tuvieron que caminar durante varios minutos. De vez en cuando aparecían personas u objetos en el interminable Vacío. Eso significaba que en algún lugar, la AVT o alguien más seguía podando realidades. ¿Estaría Loki involucrado con ello? ¿Existía la posibilidad de que volvieran a encontrarse allí? No tenía esperanzas de eso. Si era completamente honesto, una parte de él prefería acostumbrarse a la idea de que a lo mejor, no lo vería de nuevo, eso haría las cosas más sencillas.
Mientras profundizaba en esos pensamientos, pudo ver como se materializaba alguien... alguien a quien conocía.
-Maldición -gritó Sylvie, comenzando a correr al notar también la llegada de esa persona. Segundos después apareció otra de sus variantes y otra más.
Decenas de versiones de «Aquel que permanece» estaban llegando desde distintos lugares, y todos competían por llegar primero a Alioth. ¿Por qué tenía que suceder eso ahora? ¿Por qué no antes o después? Habían sido muy ingenuos al pensar que las circunstancias estaban jugando a su favor.
Se comenzó a desatar una encarnizada batalla entre todas sus variantes. Por primera vez estaban presenciando los poderes de aquel hombre y sus variantes... Los tres se detuvieron en seco al ver la destrucción y la muerte que se había desatado en cuestión de segundos. Siempre lo supieron: no podrían luchar contra ello.
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Antes del fin de los mundos
RomanceLokius - Si algo había aprendido de aquella vida que no le había tocado vivir, fue a actuar cuando su corazón se lo pedía, a no debatirse tanto... y por eso, tuvo la valentía de abrazar a Mobius, pese al posible rechazo del que temió por unos instan...