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Unos ojos castaños resplandecientes, como si nunca hubieran visto el mundo que Vernon conocía, una sonrisa simple que parecía sacada para una identificación, un cabello perfectamente ordenado, una tez bien cuidada junto a unas mejillas que a su parecer, le disminuían la edad a la víctima.

"Eres lindo, Boo Seungkwan" Murmuró mientras tomaba entre sus manos la imagen referencial, para guardarla en alguno de los bolsillos de su pantalón, y con un rumbo poco alentador guardó la carpeta en el locker personalizado del recinto.

Si hablamos de cualidades, la buena memoria del peligris era a lo lejos su mejor arma, pues le ahorraba el tiempo de releer una y otra vez la información, aunque de cualquier manera ordenaba los puntos dentro de su cabeza.

Este caso no fue la excepción, por lo que de camino a casa se mantuvo pendiente en no caerse mientras memorizaraba las direcciones de la residencia del chico y la universidad, recintos que al día siguiente iría a inspeccionar. Una rápida ducha, una cerveza en lata, algo para comer que pidió por su celular y la televisión encendida era un hábito hasta que lograba quedarse dormido, sin embargo, y para su propia sorpresa, esa noche sus pesadillas no aparecieron, tal vez porque lo último que recordó fue la tan pacífica fotografía de Seungkwan, el chico que en unos días más moriría por sus propias manos.

Tú [VerKwan] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora