09

333 63 22
                                    

Hola Yeol, sé que no hemos hablado en un tiempo pero creo que es necesario, pasamos por tantas cosas juntos y no estoy dispuesto a soltarnos tan fácil.

Sé que dentro de poco volverás y confío en que arreglaremos las cosas cómo se debe, por favor, no quiero que terminemos, te amo.

Es tan fastidioso.

Ruedo los ojos al leer el extenso mensaje de MinSeok, ya me tiene tan cansado, bloqueo el teléfono y lo guardo en mi bolsillo.

No soy idiota, volveré y estará ahí, tendré que lidiar con él tarde o temprano.

──Yeol.

Pero no hoy,

──Ya voy, amor ──aviso entregándole una pastilla para el dolor y le paso un vaso con agua.

Pasamos toda noche juntos, no me bastó con cogérmelo en la piscina, al subir a la recamara lo llené de besos y caricias al punto que terminé empotrándolo contra su cama duramente.

Y le ha pasado factura.

Desde entonces lo he cuidado para que esté lo más normal posible cuando Baekhyun vuelva, además ya que me entregó su culo es lo mínimo que puedo hacer por él.

──Gracias ──agradece entregándome el vaso vacío── ¿Te recuestas conmigo?

──Claro bebé ──accedo sonriendo y me acomodo en su cama metiéndome en sus cobijas.

Sonríe y me da la espalda por lo que aprovecho para abrazarlo, disfruté el sexo pero esto es reconfortante.

KyungSoo me gusta mucho.

Mi teléfono vibra en el bolsillo de mi pantalón, con un carajo MinSeok, cómo te gusta hacerme enojar y distraerme de éste momento tan perfecto.

──¿No responderás? ──pregunta Soo dándose vuelta── puede ser importante.

──Nada es más importante que consentir a mi princesa ──afirmo esquinando un lado de mis labios.

Sonríe tímidamente y oculta su cara en mi pecho, llevo mis manos a su cabeza y acaricio su cabello tiernamente.

Se ha entregado a mí, su cuerpo es mío y a pesar de ello sus acciones lo llenan de una dulzura tan genuina y pura.

Y por alguna razón me parece sexy.

Poco a poco lo acostumbré a mi tacto, a mis deseos obscenos, a mis fantasías morbosas.

Y aunque sé que poco a poco tendré que alejarlo porque no pienso quedarme con él más tiempo del necesario por ahora aprovecharé cada aspecto de su bello ser.

Alcanzo a distinguir uno de sus libros en su buró, intento extenderme para tomarlo pero está muy alejado.

──Soo, ¿qué lees ahora? ──cuestiono haciendo que se separe levemente.

──Es "La caperucita roja" ──informa tomándolo y me lo entrega── ¿me lo lees?

──Claro, corazón.

(...)

──"No entres al bosque, o el lobo te puede comer" ──termino de leer el cuento── listo, el fin.

──Me gusta ese libro ──afirma sentándose y deja el cuento en su mueble── ¡Ah! Aún duele.

Se recuesta de nuevo y hago que se acerqué a mi cuerpo para pasar mis brazos sobre él, acepta rápidamente mis gestos por lo que se acurruca él solo.

──Lamento mucho haberte lastimado, ¿duele mucho?

──Ya no tanto ──avisa mirándome directamente── además lo disfruté.

──¿En serio? ¿Te gustó?

──Sí.

──¿Qué tanto? ──pregunto besando su cuello── dime princesa, ¿qué tanto te gustó que tu príncipe te cogiera?

──M-mucho ──dice con las palabras entrecortadas── me gustó mucho, ChanYeol.

Sonrío en medio de mis besos y hago que quede sobre su espalda mientras aprovecho para quedar sobre él, no lo lastimo, aún está bastante herido para poder soportarme una vez más y no quiero ser tan desconsiderado pero necesito sentirlo un poco más.

Siendo KyungSoo quiero más de todo.

──¿Sí, bebé? Dime, ¿qué te gusta más de cuando te hago el amor? ──insisto desabotonando su camisa de la pijama.

──Me gustan... Los besos.

──Aja ──concuerdo llevando mi boca a uno de sus pezones, está irritado así que dejo un pequeño beso justo en el centro── ¿qué más?

──Las caricias.

──Perfecto ──mi mano recorre su pecho hasta llegar a su cintura── continúa.

──Me gusta, que toques mi miembro.

──Cielos princesa, me encanta como pierdes la pena con mis caricias ──informo llevando mi mano de su cintura a debajo de su pantalón y me escabullo hasta quedar al borde de su ropa interior.

Me introduzco más profundo y por fin puedo sentir su carne endurecerse entre mis dedos.

Sus suspiros ocasionales me llenan de orgullo, mientras mi mano juega con su polla mi boca está ocupada llenando de besos su pecho y su cuello.

Cuanto quisiera poder morderlo, marcarlo completamente para mí, pero no es necesario porque de todos modos me pertenece.

Y lo sabe.

Mi teléfono sigue vibrando en mi bolsillo pero no me importa ni un poco, estar con KyungSoo es mi prioridad en éste momento.

Solo para asegurarme lo saco de mi pantalón y cómo esperaba, es MinSeok siendo tan patético como de costumbre.

──¿Vas a responder? ──pregunta Soo en un susurro.

──No amor, no es importante ──afirmo apagando el móvil── nada es más importante que tú.

La sonrisa vuelve a sus labios y no puedo soportarlo, subo a su boca y lo poseo a la perfección, su lengua ni labios hacen nada para impedir mi paso.

Le gusta que lo domine como la buena marioneta que es.

Lo deduzco por la forma en que su miembro palpita en mi mano cada que lo trato con rudeza.

Quien diría que ésta bella princesa gusta de ser dominada, mejor para mí porque me gusta mandar.

Ya me lo cogí y claro que volverá a pasar, pero no hoy, hoy lo dejaré descansar.

Cuido mis juguetes, y si juego muy rudo con ellos se pueden romper.

Y éste todavía no me aburre. 

ChanSoo: The Puppet// TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora