Capítulo 3 Mi Felicidad

6 0 0
                                    

Domingo 14 Julio
Un año antes...

Los nervios me invadían, faltaban minutos para verlo, el corazón me latía muy rápido, no dejaba de mirar mi móvil y ver si había un último mensaje de él.

Me senté en una silla de la estación y lo esperé impacientemente, a los dos minutos me llegó su mensaje, él estaba ya aquí, lo vi pasar de largo buscandome, él simplemente era perfecto, me encontró y nos saludamos.

Estábamos los dos muy nerviosos, se nos notaba y él se delataba, yo fui la que más le hablé para que se sintiera cada vez más agusto.

Estuvimos hablando camino al parque de mis sueños, allí viví mil cosas y también iba a vivir esta historia, le enseñé el parque y nos sentamos en un banco frente a un lago.

Lo vi nervioso, más de la cuenta y vi sus intenciones claras, sus ojos brillaban y se tapaba la cara.

Como un chico, alto, guapo y con abdominales podía ser tan tímido y tan dulce.

Me levantó y me llevó a un árbol cerca de allí y me hizo una pregunta que cambiaría mi destino a partir del resto de mis días.

-¿Quieres ser mi novia?

Era la primera vez que quedaba con él y me había pedido salir, ya lo sabía, lo habíamos hablado por mensaje y en las videollamadas, al principio pensé que era precipitado pero es que sabía que decir que si era lo que sentía.

Me besó después del si, al principio fue raro, no el beso si no el salir de repente con este dios del Olimpo, aun lo estaba asimilando.

Tres días después

Ya habían pasado tres días después de haber empezado a salir con él y ya me acostumbraba a él.

Le decía que lo quería, aún me parecía muy apresurado decirle que lo amaba.

Esa mañana me enteré de que un familiar suyo había fallecido, cuando lo escuché roto y mal, se me rompió el alma, ahí fue cuando supe que efectivamente su nombre se había grabado a fuego en mi corazón.

Lo ayudé y lo alegré como pude, su dolor se había convertido en el mío, eso no podía ocurrirme a mi, a una chica con el corazón de hielo como yo, algo estaba pasándome con él, yo me estaba convirtiendo y mi corazón también, él derretia mi corazón con su fuego.

Ese fue el principio de mi hermosa y dolorosa historia, él derritió mi corazón acuariano frio como el hielo con su fuego ardiente ariano.

Su fuego me consumió a límites que desconocía.

Él...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora