Un año antes
Mi corazón latía con fuerza, faltaban minutos para hablar con Logan, para poder verlo, conocerlo y saber más de él.
Jamás pensaría que este chico y yo haríamos videollamada y tan pronto.
Fuí al baño antes de que me llamara y después lo avisé cuando estaba en mi habitación.
Cuando lo ví se me paró todo, él era perfecto, sentí una conexión con él desde que lo miré a los ojos.
Esa cara, ese pelo casi negro, esos ojos marrones y esa sonrisa perfecta, sentí que se parecía mucho a mi de alguna manera.
En el transcurso de la videollamada vi que Logan sonreía, estaba muy tímido hablando conmigo y cada vez que sonreía él también lo hacía, eramos dos tontos enamorados hablando.
4:00 am
Estuve cinco horas hablando con él, cuando la videollamada se cortó seguimos hablando por mensaje unos minutos más, estaba feliz de tener esa conexión tan especial con él, de hecho en la videollamada le leí muchas veces la mente, era como si supiera que piensa y que va a hacer ¿Será él tan transparente y previsible para eso? ¿O será que solo yo puedo hacer eso con él?
Deshice la cama con alegría, me puse la manta alrededor de mis pies como todas las noches, cargué el móvil y me fuí a dormir.
A la mañana siguiente
Me levanté contenta, nada más que puse un pie en el suelo cogí el móvil y le di los buenos días a Logan y como todas las mañanas desayuné, hice ejercicio y me fuí a trabajar al hospital.
Mis mañanas en el hospital se hacían más amenas desde que lo conocí, las horas se pasaban volando y no dejaba de mirar el móvil por si un mensaje me había llegado.
Fuí al baño y me encontré con Tiffany, mi amiga y compañera de trabajo, que estaba retoncandose en el espejo.
–Hey Princess ¿que tal te está yendo la mañana? Yo estoy agotada y encima ayer por la noche Nathan y yo tuvimos una noche loca –se rió y yo también lo hice–
Nathan era el novio de Tiffany, digo era porque el muy infeliz le puso los cuernos con la mejor amiga de su mejor amigo.
–Hola Tiffany, ya veo te dieron de lo tuyo anoche –nos reímos mientras me asentía con la cabeza–
Tiffany se paró un momento a mirarme detenidamente lo que me hizo ponerme incomoda, me sentía en ese momento intimidada por sus ojos azules mirándome penetrantes, yo simplemente mire hacía un lado incomoda.
–A ti te ha pasado algo, lo noto en tu cara y ese brillo en los ojos, hace años que no te veo así.
Tiffany volvió a mirarse en el espejo y empezó a arreglarse su largo cabello rizado.
La miré y le dije que si, en ese momento me miró automáticamente y me preguntó con la mirada.
–Está bien, conocí a Logan, Logan es un chico que conocí por un grupo de WhatsApp y bueno, empezamos a hablar, hicimos videollamada y yo.... –me mordí el labio inferior– me muero con él, Tiff hay algo en él que es diferente –sonreí–
Gritó, gritó como no gritó en su vida, me abrazó y todo, Tiff era así, toda una alocada cada vez que se hablaba del amor, sin dudas alguna ahora tendría un mensaje de ella todos los días queriendo saber novedades de él.
Ya, fuera del trabajo pude mirar el móvil, efectivamente había un mensaje de Logan y encima me decía que iba a ir al gimnasio antes de ir a trabajar, el sueño de toda mujer loca de los abdominales y queriendo tener un maromo como él.
Si, soy una loca de los abdominales, lo soy porque nunca tuve un novio de gimnasio, ni siquiera un hombre guapo al lado, así que cuando hablaba con un tío de esas características me gustaba y emocionaba, de hecho Logan fue mi primer novio guapo con abdominales, gracias a él esperaría dejar un bonito legado de maromos, pero él trastocó mis planes dejandome completamente enamorada de él desde el día en el que se fué, hasta hoy...
Cuando llegué a la casa hice lo mismo de todos los días y cuando llegó la noche hablé por videollamada de nuevo con mi príncipe.
Mientras más horas pasaban más me daba cuenta de algo, él estaba destinado para mi, me estuvo comentando que era el menor de tres hermanos y que tenía un hermano mayor y una hermana y por último estaba él.
Poco a poco sabía más de él y yo cada día tenía más claras ciertas cosas y se que él también, esa videollamada dijimos de quedar tres días después.
Era todo apresurado, pero yo me sentía como una niña chica y yo aunque apenas lo conocía estaba deseando de verlo aquel domingo 14 de Julio....
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Él...
Teen FictionYo no sabía que él podía ser mi perdición, que después de que se fué, me dejó un vacío interno incapaz de irse ¿Cuanto tiempo tardará en irse el dolor? Un año... Ya pasó un año y sigo acordándome de él todos los días de mi vida, lloro de vez en cuan...