- Parte 4.

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Recuerda como conoció a Louis, cuando el mayor repitió un año y empezó como "el chico nuevo" en el curso de Harry. El rizado no le había prestado atención al principio, pero todos sus amigos insistían que el chico "que jamás hacía tarea" no dejaba de mirarlo, o hablaba de él con sus compañeros.

No les creyó hasta que, meses después, Louis lo invitó a salir. Parecía tan torpe y tímido al momento de hablarle que Harry no creyó que fuera el chico que hacía chistes o respondía al profesor, pero ahí estaba: sonrojado y nervioso por la respuesta a la invitación que le había hecho a Harry. Por ende no pudo negarse, y esa tarde salieron a comer un helado y pasear por el centro.

Pasó algún tiempo hasta que el ojijazul se ganó el corazón de Harry pero, cuando lo hizo, fue increíble. Se sintió mágico y real, tan correcto. Nunca se faltaron el respeto y peleaban por cosas necesarias, los celos casi no existían porque la confianza era enorme, y se cuidaban mutuamente todo el tiempo. Ambos vivían su amor completamente felices.

Claro que Harry se dió cuenta de que había mucho que conocer de Louis aún cuando, cinco meses después de ponerse de novios, tuvo su primera vez con el mayor. Le había hecho pasar la mejor noche de su vida y desde ahí lo hacían cada que podían, se había vuelto una adicción.

Pero lo realmente sorprendente fue la charla que tuvieron una de esas veces, cuando Louis admitió amar el excibicionismo.

Harry no lo había hecho nunca pero lo probó por él, y el experimento comenzó una de esas veces donde la madre de Louis estaba por la casa. Ellos lo hicieron en la sala y la señora jamás se dió cuenta.

El rizado amó tanto esa adrenalina que decidió compartir ese fetiche con su pareja, y hoy, un año después de ello, era algo que seguían practicando.

Volviendo al presente, Louis ya tenía dos dedos dentro del menor, abriéndolo con emoción para que no lo lastimara. Se había sacado el pene del pantalón y se masajeaba con su mano libre, lubricandose con saliva y presemen.

— Ya Lou - suplicó Harry, sintiendo como su orgasmo se construía en su vientre bajo. Louis soltó una risita.

Él también quería enterrarse ya mismo en su pequeño novio, pero quería torturarlo un poquito más. La sensación de estarlo haciendo en su salón de clase donde cualquiera podría verlos, lo excitaba muchísimo. Tenía que hacer que esa sensación dure, al menos, un ratito más.

— ¡Lou! - suplicó retorciéndose.

— No te corras - le advirtió y sacó sus dedos para luego lamerlos, extasiado con el sabor de su bebé.

Le sacó del todo los pantalones a Harry para poder mantener bien abiertas sus piernas y luego se posicionó en la entrada del menor, moviendo la punta de su pene despacio para hacer jadear de desesperación al rizado.

— ¡Louis! - chillo.

— Voy a entrar.

Harry tiró la cabeza hacia atrás al sentir todo el falo de su novio introducirse en él. Tan grande y cálido, llenándolo de la mejor manera. Amaba sentirse así.

Se tapó la boca para no gemir demasiado fuerte y apretó los ojos, porque Louis no esperó demasiado para comenzar a embestirlo con fuerza. Hondo, muy profundo.

— Dios, sí - jadeó destapando su boca y llevando las manos a la nuca de Louis, atrayéndolo más cerca.

Comenzó a besarlo torpemente sin dejar de sentir los golpes en ese lugar especial, ocultando los jadeos en la boca del mayor y tirando de su pelo. Louis gruñía de placer.

— Amor - gimió el castaño - no hagas mucho ruido.

Pero era casi imposible porque estaba tan excitado y abrumado de gusto, y sus pieles chocaban generando bullicio. No había forma de mantenerse callados.

— Voy a... - avisó Harry con los cachetes rojos y los ojos llenos de lágrimas - voy... Dios, oh... Louis...

— Córrete, bebé - le pidió aumentando la velocidad - para mi, por favor.

Harry se dejó ir con un maullido agudo, manchando su pecho y el de su novio. Estaba sensible y agotado pero no se quejaba de que Louis lo siguiera usando para su liberación.

Comenzó a lloriquear y rasguñar la espalda del mayor.

— Abrí la boca - dijo Louis saliendo de él y atrayéndolo más cerca.

Obediente y sumiso, Harry hizo lo pedido y, tras un par de empujes en su boquita, Louis se corrió.

El ojiverde saboreo y trago todo con gusto, relamiéndose los labios al terminar y sacando la lengua para que Louis vea que había dejado limpia su boca. Él lo felicitó y luego lo besó con furia.

— Salgamos antes de que nos encuentren - susurró Harry, y Louis estuvo de acuerdo.

Se limpiaron y vistieron aún algo abrumados, al menor le costaba moverse pero consiguió atar sus cordones y salir del salón junto a su pareja.

Afuera estaban sus amigos y los amigos del castaño, que los miraban con diversión. Harry se puso rojo pero se tranquilizó al sentir los brazos de Louis en su cintura, para luego recibir un beso en la frente.

— Tenemos química ahora, vamos - avisó Emma y todos fueron hacia ese salón.

Pero a medio camino escucharon un mensaje desde los altavoces de la escuela: "Harry Styles y Louis Tomlinson, favor de presentarse a la oficina del director".

El menor miró con miedo a su novio, el cual solo frunció el ceño y suspiró, para darle un beso suave en los labios.

— No pasa nada - lo calmó - yo nos salvo de ésta.

Y si incluso caminando a la dirección, sabiendo que quizás los vieron o escucharon, y que podrían expulsarlo de allí, se sentía seguro porque Louis sostenía su mano con fuerza... bueno, es algo que solo Harry sabía.

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⏰ Última actualización: Sep 19, 2021 ⏰

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