Capítulo 15

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Íbamos de camino a casa Xiao Zhan despertó justo cuando ya estábamos por llegar.

- Despertaste ¿Qué tal la siesta?

- mmmm no fue mi intención dormirme.

- Pero si fue mi intención verte temblar y gritar mi nombre - Sonreí y me quede viendo el anillo que me había dado Yibo.

- ¿Te gusta?

- Me encanta.

Era un pequeño diamante cuadrado brillaba antes los rayos del sol.
Terminamos de llegar a la mansión, las puertas se abrían solas para qué pasáramos a la entrada, el jardín era extremadamente grande y daba un poco de miedo.

Bajamos del coche me quede observando un poco el alrededor del jardín.

- Qué raros son ustedes los vampiros - dije en voz no muy alto.

- Pensamos lo mismo de los humanos - replicó Yibo le pegue con el codo y este sonrió.

- Vamos mi pequeño es hora de anunciar el compromiso además los del consejo nos esperan quieren conocerte supongo que están enojados porque no les avise con tiempo que estabas aquí.

Pasamos a la sala de estar habían muchos vampiros todos se quedaron viéndome otra vez, pero no le di importancia sabía que no podrían tocarme aunque sus ojos y sus uñas eran aterradoras.

- Señor qué bueno que regreso los del consejo esperan por usted, quieren explicaciones.

- Diles que vengan un momento aquí, tengo un anuncio importante que darles.

Vi a cada uno de los del consejo salir del despacho y sentarse, eran rudos y muy atractivos tenían barbas excepto uno que me miraba con malisia había una chica que no dejaba de mirarme y lo hacía de tal manera para intimidarme pero no lo logró, me estudiaba de los pies a la cabeza.

- Qué bueno que están todos reunidos aquí, consejo ¿Cómo están todos? Espero que bien. Luego hablaremos en privado ciertos temas  ahora sólo quiero anunciarles que me casaré con este chico que todos están viendo.

Todos se sorprendieron no entendía cómo era que se iba a casar empezaron a murmurar, los del consejo se quedaron estupefactos hasta que escuche a la chica que no dejaba de mirarme rechistar.

- Te vas a casar con tu comida jajaja que patético.

Esas palabras me dieron una punzada en el estómago.

- Mi prometido no es mi comida Meng Ziyi maneja tus palabras y guarda un poco de respeto o tienes algún problema con eso. ¿Dónde dice que no puedo casarme con el?

- Claro que tengo problemas con eso es un estúpido humano a la cual jamás le tendría respeto, lo único que te toca hacer es beber su sangre y punto no casarte con el.

Decía esas palabras y me miraba con furia al parecer estaba celosa no sabía qué relación había con ella y Yibo pero no me gustaba ni un poco.

- Es tan difícil para ti matarlo no la ves es un humano insignificante no se compararía conmigo en nada, con lo único que debiste casarte era conmigo.

Sentí tanta rabia al escuchar sus palabras que no pude quedarme callado y dejar que me acabara como si yo no valiera nada.

- Si puedes que tengas razón yo soy un débil humano, pero lo único que puede darles un rey digno soy yo porque el poder fluye en mi o es que tanto te duele que tengo el amor de él y no tú, a leguas se nota que dices todo eso por los celos que te carcomen, no es mi intención que mi ternura y mis lindos besos y caricias hayan hecho que este lindo vampiro se enamore.

Vi como todos se quedaron sorprendidos por mi respuesta incluso Yibo me miro con los ojos abiertos agarre su barbilla y le di un beso con una pasión desconcertante él me beso igual.

- A mi nadie me reta ni me habla de esa manera te mataré perra, ningun asqueroso humano se atreve hablarme así, no me importa lo que seas.

Dijo estas palabras con los dientes cerrados sabía que esta hecha una furia pues la humille delante de todos siendo un simple humano, se aproximó hacia a mi con tal velocidad por suerte Yibo la detuvo y con fuerza la pegó de la pared y le dijo en tono amenazador.

- Si le tocas aunque sea una hebra de cabello te arrancare la cabeza y quemare tu cuerpo.

La soltó lentamente, esta aún estaba transformada en vampira y poco a poco fue cambiando.

- Esto no se quedará así.

Y se fue a toda velocidad.

Nadie hizo o dijo nada los del consejo nos llamaron al despacho yo no quería ir pues tenía un poco de miedo y sin que se dieran cuenta me escabullí.

- Xiao Zhan vamos...

Mire hacia los lados y Zhan no estaba, se que todo esto es nuevo para el y puede tener un poco de miedo.

Fui al despacho y les expliqué un poco la situación quedaron de volver mañana así que me fui rápidamente a ver a mi prometido, lo encontré hecho un mar de lágrimas y eso me angustiaba.

- ¿Por qué lloras mi pequeño?

- Esa mujer, ella es horrible - lo abracé sabía que Meng Ziyi es intimidante y Xiao Zhan es un humano que no podría con ella lo cargue lo tenía como un.bebé arriba de mi me senté en el mueble que estaba al lado de la cama levante mis pies y empecé a acariciarlo y a tocar su pelo.

- ¿Crees que soy débil?

- ¿Débil? Jajajaj nadie enfrenta a Meng Ziyi y menos un humano cuando vi que lo enfrentaste de tal manera me quede sorprendido no sabía que eres tan cruel.

- ¿Crees que la humille demasiado?

- Si fuiste un poco duro.

- La defiendes porque estuviste con ella.

Y empezó a llorar y a pegarse más de mi.

- Amor no la defiendo ella y yo solo tuvimos algunos roses pero nada como lo que tengo contigo.

Toc toc toc fui hasta la puerta.

- Señor todo está listo para mañana.

- shhh silencio no quiero que el se entere es una sorpresa.

- Lo siento señor hasta mañana.

Me dejo unos desinfectantes y unas  gasas, los tome los deje en el escrito de mi habitación Xiao Zhan estaba encurvado en la cama de espalda entre al baño prepare la bañera con agua caliente puse una música relajante y aroma en el baño busqué unas toallas me quite la camisa y los tennis luego de preparar la bañera fui donde el estaba lo bese y le empecé a quitar la ropa.

- Es hora de darte un baño.

El sabía que lo haría y que lo tendría que morder lo sentí un poco tenso así que decidí consentirlo un poco antes de que pasara, sonrió cuando le dije que le daría un baño le quite toda la ropa lo cargue metiéndome entre sus piernas y el con sus piernas enredadas en mi cintura recostado en mi hombro.

Lo sentía tan tierno como si pudiera hacerle lo que quisiera y el aceptaría, nos metimos a la tina.

Me recosté y a el en mi pecho sin que se moje su cabellera lo bañe y lo deje un rato sobre mi pecho para que se relaje ya vi que eran las diez de la noche y lo saqué, lo sequé y nos acostamos.

- ¿Estás listo?

Le dije en forma de susurro el asintió con la cabeza.

Amado por un vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora