-Mamá... ¿Has visto las flores de allá?- pregunta una pequeña yo de siete años.
-Se llaman tulipanes, mi pequeña Hina. -Dice mi madre dirigiéndose hacia los tulipanes. Me encantaba ver a mi madre caminar, su figura esbelta se movía elegantemente. Con prqueños pasos la seguí.
-¡Oh! Que lindos son. -Dice mi pequeña yo.
-Claro que lo son. El secreto está en quien los cuida. Si alguien cuida bien a su jardín y a sus flores, obtendrá un paraíso. Si no lo hace, nada bueno saldrá de eso. -Dice mi madre.
-¡Entendido!- dice mi pequeña yo con mucho entusiasmo.
-Hinata... Tu sabes que nuestro clan está especializado en la guerra. Algún día tendrás que afrontarte a esa situación. Algún día te llevarán lejos de mi para que te enfoques en el entrenamiento. Podría ser hoy, podría ser mañana, tal vez en un mes. Lo importante es que esa fecha es cercana y quiero que recuerdes mis palabras... Sé fuerte, pase lo que pase no renuncies a ti. Te amo, Hinata. - Dice mi madre de forma melancólica. Veo como su ojo gris derrama una lágrima.
-Yo también te amo, mamá. Siempre recordaré tus palabras. -Le digo y me da un beso en la frente.
Después de entrar a la casa me voy a mi habitación para ver imágenes de miembros de mi clan, el clan Freeleave. Cada clan está compuesto por dos palabras que lo describan. Oigo que tocan la puerta de mi casa y oigo voces. Una voz masculina y dos voces femeninas. Logró identificar la de mi mamá pero no las dos restantes. En el momento en el que voy a salir de mi habitación, abren mi puerta y me escoltan hacia la entrada de mi casa.
-Señorita Freeleave, usted ha sido convocada a Trascendence. Supongo que ya ha oído hablar sobre eso... -Me dice la mujer y asiento. -En ese caso es hora de irnos.
Las palabras que mi mamá acababa de decir pasaron por mi mente. "Sé fuerte ".
-Si, pero... ¿Dónde están mis cosas? - Pregunto mirando a mi escolta, la cual me da una sonrisa.
-Nueva vida, nuevas cosas. -Es lo único que me dice. Al mirar a mi mamá puedo saber que le duele verme ir, pero si el destino de mi clan cae en mis hombros no lo puedo decepcionar. Ese fue el último día que vi a mi madre. El día que mi destino tomó un rumbo diferente. Estoy lista para esto.
