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o1. | A NEW FRIEND

Isabelle trató de sacar las llaves de su apartamento de su bolsillo mientras trataba de equilibrar sus bolsas de compras enganchadas en sus brazos al mismo tiempo. Después de lograr sacarlos con éxito, abrió la puerta triunfalmente y se estrelló contra la pared con un ruido sordo.

Cerrando su puerta, comenzó a poner las bolsas de compras en la encimera de la cocina antes de sacar cosas de las bolsas para ponerlas en el refrigerador que estaba completamente vacío. Fue un milagro que se las arreglara para arrastrar su yo cansado para ir de compras después de tres noches de insomnio estudiando para mantenerse al día con sus calificaciones.

Isabelle luego colocó con entusiasmo una gran pizza congelada en la encimera, que fue su cena esa noche. Encendió el horno y metió la pizza. Estuvo tranquilo durante un rato cuando empezó a cortar pepinos y lechuga para la ensalada, tarareando para sí misma.

Pero el silencio no duró mucho. Se escuchó un ruido sordo desde el exterior, lo que hizo que Izzy pusiera los ojos en blanco. Probablemente fueron esos gatos callejeros de nuevo. Sin embargo, la curiosidad se apoderó de ella, como solía hacer, y caminó hacia la ventana.

Las cejas de Isabelle se fruncieron con sorpresa mientras miraba por la ventana. Realmente no era lo que esperaba. Pensó que los gatos callejeros podrían haber estado peleando de nuevo, pero no fue así. Era una niña. Una chica exhausta en eso. Estaba desplomada contra la pared, su ropa estaba cubierta de sangre y no se movía.

Isabelle miró arriba y abajo del callejón, y pudo ver a alguien emergiendo de la oscuridad y eso determinó su decisión. Isabelle no quería mirar hacia atrás en el callejón y ver un cadáver. No si ella pudiera evitarlo.

Mordiéndose el labio, Isabelle se dio poco tiempo para dudar, agarrando una barra de metal rota que yacía en el suelo a su lado antes de lanzarse hacia adelante. Ella golpeó la barra contra su cabeza con todas sus fuerzas, viendo como él colapsaba en el suelo con un gemido, ganándole algo de tiempo.

Isabelle le sonrió a la chica rubia, cuyo rostro cambió a uno de confusión. Se agachó para intentar levantar a la rubia, luchando ligeramente bajo su peso.

-Vamos, ayúdame un poco- se quejó Isabelle- Se despertará pronto y no quiero morir esta noche.

Los fríos ojos zafiro de la rubia se clavaron en los suyos avellana, antes de permitir que Isabelle la ayudara a ponerse de pie y la llevara fuera del callejón y lejos del hombre. Tan pronto como se perdieron de vista, la rubia arrancó su brazo de la mano de Isabelle.

-Lo tenía bajo control. No necesitaba tu ayuda- La rubia miró a Isabelle, su acento evidente mientras la mujer de cabello oscuro se burlaba de su tono, levantando una ceja.

-Wow, enojona- se quejó Isabelle mientras la rubia fruncía el ceño, una expresión de molestia plasmada en su rostro- Un 'gracias' hubiera sido suficiente.

My Home | Y. BELOVA + K. BISHOP 𝗘𝘀𝗽𝗮𝗻̃𝗼𝗹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora