Nunca hubo un silencio tan tenso en aquel salón como ahora, pero es que el maestro que estaba escribiendo en el pizarrón no era alguien tan amigable.
Incluso cuando el timbre sonó, ningún alumno hizo el intento de parar eh irse. Al contrario, todos estaban apuntando lo que Naruto escribía. Cuando esté dejo el plumón en el escritorio, vio a sus alumnos quienes no querían despegar sus ojos de la tarea.
— Quien terminó puede retirarse —. Solo dos alumnos guardaron sus cosas y se fueron, dejando a casi todos los demás apurados con querer irse.
Naruto se sentó en su escritorio sin dejar de observar a sus alumnos. Con el medio día terminado, había conocido a muchos alumnos. Admitiendo que el grupo que estaba por irse, había sido el más tranquilo y calmado por ahora.
— Hasta mañana maestro — el saludo de aquella joven lo hizo mirarla antes de asentir levemente con la cabeza.
La verdad se sorprendió de tener un saludo, ya que su forma de ser en toda la clase no fue precisamente amigable. Y lo comprobó cuando vio que el salón estaba totalmente vacío, al parecer los alumnos huyeron al tener oportunidad.
Inhaló hondo antes de recoger sus cosas eh ir al salón de maestros, al tener la hora de la comida era mejor pasarla ahí que en un salón vacío.
Pero ni bien salió del salón cuando chocó con quién menos pensó, incluso podía apostar que el azabache pensaba lo mismo que él.
Ninguno de los dos dijo nada, solo se miraban con seriedad y un poco de enojo por parte de Sasuke al ser regañado el primer día por el maestro nuevo.
Pero no hubo más que un simple mmm, por parte de Sasuke antes de seguir su camino rumbo a la cafetería.
Naruto solo reviró los ojos ante el comportamiento de su alumno, pero es que la verdad estaba ya acostumbrado a ser tratado con indiferencia y eso le daba igual hasta ese punto.
Así que sin darle la mínima importancia, siguió su camino al salón de maestros. Aunque un poco nervioso porque lo más seguro es que se encontraría con esa persona y la verdad tenía pavor de hacer algo estúpido al tenerlo cerca.
Pero al parecer la suerte no lo acompaño ese día porque al abrir la puerta del salón de maestros, choco con Lee. Quien al ser un poco más bajo que Naruto, se pegó directo en la nariz.
— Lo siento, no me fi... — toda palabra murió en la garganta del azabache al ver quién era el sujeto que casi lo hace sangrar nasalmente para luego dar pequeños saltos en su lugar y abrazar efusivamente al rubio. —¡No puedo creerlo Naruto!...¡Llegaste! —
El rubio desvío la mirada hacia otro lado al sentir casi el aliento de Lee sobre sus labios. Pidiendo mentalmente que su corazón no sonara tan fuerte como estaba palpitando por el abrazo.
—Pero porque no me dijiste que ya habías llegado, pude esperarte en la entrada de la escuela — ante la queja, Naruto solo se rasco la nuca con nervios.
— Lo siento Lee, el director me pidió que diera clases primero y al terminar vine aquí a presentarme a todos los demás compañeros —. Soltó al ver a los demás adultos que en ese momento estaban preparando sus temas para sus clases. Pero que aún así se dieron tiempo de observar al rubio y escucharlo atentamente.
— Bueno hombre pasa, que no mordemos — el primero en acercarse a Naruto fue un castaño con raros tatuajes en la cara en forma de triángulos.
Naruto jamás pero jamás odiaba a nadie sin siquiera conocerlo, porque eso significaba que le estaba dando demasiada importancia a alguien que no lo valía.
Pero ahora ya no pensaba igual y menos cuando ese castaño de nombre Kiba, abrazaba a Lee de manera muy confiada.
Odiaba sentir celos cuando él no tenía nada que ver con Lee porque este era solo su cuñado y amigo, nada más. Pero aunque su mente pensaba eso, su corazón se estrujaba de celos y rabia.
Por suerte llegó una azabache de ojos color perla y empujó a Kiba a un lado, quedando ahora Naruto y la mujer muy cerca para mal desagrado de Naruto al odiar que invadieran su espacio personal.
—¡Hola mucho gusto, me llamo Hinata Hyuuga y seremos compañeros!... — Naruto retrocedió un paso atrás al tener muy cerca los pechos enormes de esa mujer que parecía querer comérselo ahí mismo.
Naruto pensó que no había nada peor que eso, lastimosamente una vez más le demostraron lo equivocado que estaba. Porque en un abrir y cerrar de ojos lo invadieron con preguntas muy personales. Hasta que llegó una que casi lo hace poner una cara de pánico.
—¡¿Tienes novia, eres casado o estás comprometido? —.
El tener a Lee mirándolo de esa forma hizo que negara de manera frenética con la cabeza para evitar alguna confusión.
— Por cierto, ustedes como se conocen — Naruto miro al castaño y luego a Lee, quien asintió con la cabeza como dándole permiso a contar eso. Naruto inhaló hondo para luego decir.
— Él es mi cuñado, esposo de mi hermana menor — esas palabras fueron como una puñalada para si mismo, eran verdad pero no por eso menos dolorosas.
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TODO POR DESPECHO
FanfictionNaruto Uzumaki entró a la escuela Fuego gracias a su arduo trabajo, volviéndose maestro de Historia. Pero lo que nadie sabe es que él sólo entró a esa escuela por su amor prohibido, su amado Lee. Aunque es su cuñado, eso no evita que sienta amor por...