Daiki dejo la bandeja con su almuerzo frente a sus amigos en su mesa, ellos lo miraron con ojos inquisitivos. Antes de hablar le dió un mordisco voraz a su emparedado de jamón y queso. Cuando terminó de masticar y la comida pasó a través de su garganta hablo por fin.
—Consegui trabajo.
Su amigo Hajime lo miro ladeando su cabeza, Tetsuya bufó y Kira levantó su cabeza con una mirada de sorpresa irremplazable.
—¿Cuánto tiempo dormí en matemáticas?—preguntó Kira.
—Cuentanos Daiki—exigio Hajime inclinándose hacía adelante.—¿Cuál es tu trabajo ahora?
—Soy repartidor de pizzas.—comentó con orgullo el chico.—Ayer fue mi primer día.
—¿Y como estubo?
Una sonrisa se poso en el rostro de Daiki, al recordarlo. Sus amigos lo miraron con los ojos entrecerrados y entonces procedió a contarles como fue su primer día.
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Daiki camina por la avenida principal como todos los días hacia su nuevo trabajo. Iba escuchando música a todo volumen a través de los auriculares, tarareando como si el resto del mundo no importara y vaya que tenía una hermosa voz, como la de un ángel. Por comentarios como el anterior, el ego de Daiki estaba por los cielos, para él la gente estaba a sus pies y le encantaba impresionarlas, desde gente mayor hasta los bebes. Era un adicto a los aplausos, los elogios y a los aduladores. El sol estaba resplandeciente, las calles no estaban atiborradas de gente, tan solo unas cuantas que estaban apuradas por entrar a sus trabajos. Siguió su paso alegremente en dirección a su nuevo trabajo. Recientemente se había abierto una pizzería justo por donde el caminaba,y como Daiki estaba buscando un trabajo de medio tiempo, ese fue el mejor trabajo que consiguió, pero no se quejaba, se veía que era un sitio tranquilo y para sorpresa del azabache ya era bastante conocido como para haber sido inaugurado hace poco.
El joven reviso su teléfono, aún le quedaban unos treinta minutos antes de que comenzará a trabajar. Tiro la puerta y se fue a sentar a la barra para pedir su orden al mesero, el aroma a pizza inundo sus pulmones relajándolo por completo, el ambiente era muy agradable y todo mundo se veía muy ameno ahí. Comenzó a observar su entorno de forma detallada, el lugar era completamente acogedor, con sillones y el gran televisor que había para entretener, lo que le pareció una idea estupenda. Siguió observando la estructura de la pizzería hasta que se percató que su orden ya había llegado.
Comenzó a degustar tranquilamente su rebanada de pizza, mientras le mandaba mensajes a Tetsuya, sabiendo muy bien que el peli-rojo lo ignoraria. Una vez termino de comer, se levantó y camino hacia un largo pasillo.
Entró al vestuario para ponerse el uniforme antes de comenzar su trabajo. Cada vez que alguien llama, Daiki es quien conduce para entregar su pizza. Y también puede hacerlo muy bien.
