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Kara POV

6:30 a.m.

Hermosa mañana para salir a trabajar, el cielo se encontraba despejado, había poco movimiento en las calles y mi ánimo estaba perfecto. Me encontraba caminando por las calles de National city aún pudiendo ir en mi Lamborghini a la empresa, pero la verdad prefería caminar y ver a cada persona que pasaba por mí lado, estudiantes, obreros, empresarios... todos apresurados y sudados.

Observo mi alrededor y noto que he llegado a mi primera parada, mi cafetería favorita, lugar donde la mayoría de las veces venía en busca de mi desayuno.

— Buenos días Kelly —digo animada

— ¡¡Kara, que gusto verte!! —la morena me sonríe y mira detrás mío en busca de alguien más

— Lo siento, hoy vengo sola Kell, Alex anda en viajes de negocios — ella se sonroja apenada y baja la cara.

Kelly Olsen es una chica amable, buena gente y linda, ella trabaja en la cafetería para ayudar a sus padres, pero en realidad la mujer es una reconocida psicóloga, es una chica muy activa, pero, cuando ve a Alex se olvidaba de todo, Kelly tiene un fuerte enamoramiento con mi hermana y eso me causa ternura y risa a la vez, pues, Alexandra Danvers es la chica más seca y seria que existe, es genial para los negocios pero para hacer amigos eso si que es un gran problema.

Mi hermana solo era amable y alegre con sus personas más cercanas, es decir, mamá, papá, nuestro primo Clark que es como un hermano, Maggie quien es su novia y yo.

— Yo no... yo... —

— Respira Kell — sonrío — además recuerda que Al tiene novia, así que no hay mucha oportunidad ahí amiga —

— Sí... sí, lo siento — ella baja su cara avergonzada y un poco derrotado

— No te desanimes — intento mejorar su ánimo — hay más seres en este mundo y se que encontrarás uno que te quiera y te valore — le guiño el ojo y veo como se sonroja

— Gracias Kara —

— Gracias a ti-- tomo mi pedido el cual estaba listo y le entrego el dinero con una pequeña sonrisa — nos vemos Kell —

— Que tengas lindo día — ella agita su mano

— Igual — respondo de manera agradable mientras salgo de aquel cafetín y me dirijo tranquilamente a mi empresa.

No llevaba más de diez pasos dados cuando se escucha la voz, o mejor dicho, el grito de una chica

—¡¡Quitese!!— volteo para ver de qué se trata pero ya era tarde, no podía hacer nada, no podía reaccionar— ¡Maldición!— siento el impacto de una bicicleta chocando contra mi cuerpo, mandándome a mí y a mi desayuno al suelo, por supuesto, la chica no tuvo mejor suerte — ¡Auch! —

— ¡Niña! — quito con mi mano derecha la bicicleta y me acerco a ella, sentía cierto dolor en mi muñeca izquierda pero no le presté atención, me interesaba más el estado de la chica — Hey ¿estás bien? —

— ¡¡Maldición!! ¡¡Llegare tarde por su culpa!!— ella se levanta exaltada y molesta, tenía sus brazos raspados y un leve golpe en la mejilla

— ¡¿Mi culpa?! — suelto una risa sin gracia — para tu información las aceras no son para andar en bicicleta —

Te Quiero Malcriada, A Ti Y  A Tú MamáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora