Capitulo 2

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Más amigos!

Eran aproximadamente las 8:30pm, no sabía exactamente, me levanté de mi cama y salí hacía la sala para ver si estaba mamá o Gemma, pero no había nadie, así que fuí a la cocina para buscar un vaso de leche y ver si estaba Frida para preguntar sobre mamá.

- ¿Frida? -

- Dígame jovén Harry -

- ¿Y mamá? -

- La señora llegó hace dos horas y está en su recámara -

- Bien, gracias iré a verla -

- Sí, amm jovén Harry, yo le recomiendo que no vaya, la señora se veía cansada y me pidió que no la molestaran -

- Oh, bien gracias, entonces iré a dormir -

- Sí, descanse -

- Gracias, igualmente -

Solo me sonrió y subí a mi habitación para poder descansar pues mañana tenía que volver a ir a la escuela. Me recosté en mi cama y me puse a pensar en cosas del pasado, el como era mi vida y como ahora necesitaba ver a aquel chico de ojos bonitos, necesitaba ver sus ojos, su cara, sus labios, su cabello despeinado por el aire y esos tirantes rojos que supongo que usaba mucho, necesitaba de él. Después de pensar mucho en él, me quedé totalmente dormido.

Al día siguiente me desperté gracias a los gritos que daba Gemma en mi puerta. Me levanté, entré al baño, tomé un pequeño baño y salí para cambiarme y bajar a desayunar. Cuando estaba abajo vi a Gemma parada en la entrada.

- ¿Qué esperas Harry? Vámonos. -

- Per... Pero, ¿No vamos a desayunar?-

- Ya viste la hora que es, es muy tarde, desayunas en el camino, anda -

Me apresuré y subí a su auto, pasamos por una tienda y me compró unas galletas y una leche de sabor, sinceramente no soy muy fan de la leche así, pero era lo que había, iba comiendo mis galletas, cuando nos detuvimos por el tráfico.

- Ay, no puede ser -

- ¿Tan tarde es? -

- Harry, estarás a las 7:00 y ya son las 8:30 -

- Uy, y ¿Por qué mamá no me levantó?-

- Mamá está enferma, ayer me dijo que yo te trajera, pero se me hizo tarde y luego tú no te levantabas -

- Oh, perdón... ¿Ma... Mamá está... Bien?-

- Sí Hazzy, es sólo gripa, no te preocupes, de hecho tengo que comprar su medicamento -

- Bien-

Cuando por fin llegamos a la escuela, entré lo más rápido y me dirigí al salón que me tocaba, respiré profundamente para tomar la perilla de la puerta y la abrí, allí estaba la maestra anotando algo en el pizarrón; sentí las miradas de algunos sobre mí, pero no le dí importancia, cuando la maestra por fin se fijo en mí pedí permiso para pasar.

- ¿Puedo pasar? Buenos días -

- ¿Eres nuevo? -

- Pues, llegué hace dos días -

1001 Cartas a mi pecesito William [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora