Cuándo llegaría el día en que tú corazón volviera a sentir alguna emoción que no fuera culpabilidad o asco por ti mism@? Vivir siendo un(a) ladrón(a) pero era lo que te mantenía viv@ a pesar de solo robar un poco de mora y manzanas.
Desde la última vez que una caballero peli azul con piel morena casi te atrapaba intentando robar una vision para poder usarla en ti o venderla decidiste cambiar de rumbos, no podías arriesgarte a terminar detrás de unos barrotes de metal.
Gracias a un mapa que conseguiste o más bien, robaste, pudiste ubicarte no tan lejos de la Wang Shu Inn. Sin nada más que hacer buscaste una cueva cerca de las montañas para poder refugiarte de los peligros de la noche.Te recosaste en el duro suelo para poder descansar pero tu estómago gruño por el hambre, no habías comido por dos días y morías por una jugoza manzana, así que tomaste tu arma. Saliste de tu refugio y comenzaste a buscar algún árbol con frutos a una pobre víctima que tuviera algo comestible para robar.
...
De un momento a otro te encontrabas rodead@ por hilichurs, podias derrotar 2 o 3, pero eran más de 6, y sin una visión era imposible derrotarlos. Era obvio que los arcontes no premiaria a alguien como tú.
Correr era tu única opción pero con la poca energía que te quedaba no llegaste muy lejos antes de caer de rodillas al suelo.
-Diablos...- maldeciste al saber que no podías hacer nada más, pero si ibas a morir, lo harías peleando.Con tus piernas temblando tomaste tu arma preparad@ para luchar. Grande fue tu sorpresa al ver cómo un chico con cabellos negros y mechones verde eliminaba a aquellas criaturas con tanta facilidad. Te quedaste embobad@ con la hazaña de aquel desconocido, su forma de luchas, la habilidad que tenía con su lanza, acaso era humano? Tus labios mostraron una pequeña sonrisa antes de cerrar los ojos y caer en la oscuridad.
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Despertaste por el canto de las aves, tus ojos se adaptaron a la luz del día para poder observar tu alrededor. Estabas recostad@ en una cama y al lado tuyo había una pequeña mesa con una bandeja con comida. Tenías tanta hambre que deboraste aquel manjar en pocos segundos. Parpadeaste rápidamente al darte cuenta en la situación que estabas, rápidamente te levantaste de la cama sin importar si tu cabeza palpitaba de dolor intentado buscar una salida hasta que una mano se aferró fuertemente a tu muñeca.
-A dónde crees que vas? No estás en condicion de poder moverte, debes descansar para reponer tus energías.- contesto un joven hombre con ojos dorados-amarillentos.
Identifícaste que era el chico que te salvo de ser asesinado, su piel era pálida, y tenia una marca morada en forma de rombo en su frente, además de resaltar el tatuaje que tenía en su brazo.
-S-Sueltame!- Intentabas escapar de su agarre pero era difícil así que dejaste de hacerlo. -D-Donde estoy?! Y-Y quién eres tú?!
-Asi tratas a quien te salvo la vida? Los humanos nunca entenderán a ser agradecidos. Mi nombre es Xiao, y estamos en la Wang Shu Inn. Y tú? Cuál es tu patético nombre mortal?
