- ¡Feliz cumpleaños Daniel! – gritamos todos cuando entró a la casa –
- ¡Oh por Dios! – dijo mientras Julianne lo abrazaba –Todos lo abrazamos y felicitamos, ya no faltaba nadie más que John para que todos fuésemos mayor de edad, estábamos tan felices de que nuestro grupo se mantenga junto a pesar de todas las dificultades.
- ¿Viene Is? – me preguntó Daniel abrazándome por los hombros y lo fulmine con la mirada – ¿Qué? – preguntó y negué –
- Isabelle gilipolla – se reía – La verdad yo no la invité así que no sé – dije alzando los hombros –
- ¿Quién hizo la fiesta? – preguntó confundido –
- Yo me encargué de la decoración, Paco la música, John y Sara del alcohol y Andreina los invitados – dije pausadamente y Dani asentía –Era la medianoche y la fiesta subió de tono, muchos estaban ebrios y otros como yo apenas llevábamos la segunda cerveza, así que todo tranquilo, lo bueno es que la casa de Daniel era gigante y sus padres no estaban, así que podían hacer desastre o algo así, la mitad de la fiesta estaba en la piscina y la otra por gran parte de la casa.
- ¿Todo bien peque? – alcé la mirada y sonreí –
- Sí, supongo – dije no muy convencida y Paco me miró unos segundos –
- ¿Tequila? – preguntó y negué mostrando la cerveza –
- Paco, te llama Andreina – dijo Gin entrando a la cocina y Paco se despidió para irse – ¿Todo bien? – me preguntó sentándose en la barra y asentí –
- ¿Cómo va la cosa con mamá? – los ojos negros de Gin se entristecieron y entendí todo –
- Ella sigue viéndome como una hija más y me frustra – suspiró – hablé con mamá y le dije lo que siento – me sorprendió su confesión –
- ¿Qué te dijo Lucrecia? – pregunté preocupada –
- Que luchará por ella – sonrió de lado y asentí –
- Apoyo a Lu – nos reímos –
- Hay personas que no están hechas la una para la otra – me quedé pensativa y Gin se levantó de su silla – Te esperamos afuera Lanys – asentí y tomé de mi cerveza –“Hay personas que no están hechas la una para la otra”
Suspire pesadamente, esa frase se repetía en mi cerebro como disco rayado o al menos hasta que la vi pérdida entre la gente y fruncí el ceño, miré el reloj y eran la 1:30 de la madrugada ¿Qué hacía Isabelle a esta hora acá? Agarré dos cervezas y fui hasta ella.
- ¿Desea una cerveza la señora? – se giró cabreada por el “señora" y sonreí pero se relajó al verme, sonrió de lado –
- Gracias – susurró y la agarré de la mano para llevarla hasta la cocina –
- Este ha sido mi escape por horas – dije entrando a la cocina y se quitó el abrigo blanco –
- Es mejor que afuera – asentí sonriendo –
- ¿Qué haces acá a esta hora? – pregunté confundida –
- Mis padres volvían de Madrid pero no me dijeron que hora, así que me tocó esperarlos y realmente llegaron hace una hora a casa – sonrió de lado y quise creerle –
- ¿Quién te invitó? – pregunté cambiando de tema –
- Andreina – dijo riendo y me reí –
- Lo sospechéIsabelle se acercó a mí y me abrazó, enrede mis brazos en sus caderas y luego de unos minutos se alejó para acercar sus labios a los míos, sonreí y la besé, me declaro adicta a sus besos, es algo de lo cual no me aburriría jamás pero un carraspeo nos hizo separarnos y estaba Minerva allí, una lágrima rodaba por su mejilla y yo estaba neutra, mientras Isabelle me miraba, sentía su mirada.
- Lo siento – susurró Minnie con la voz quebrada y se fue –
- Ve detrás de ella – me pidió Isabelle y negué –
- Siempre he pensado que el tiempo es mejor, aparte ella siempre supo que no podía darle más que un cariño de amistad – bebí de mi cerveza e Isabelle asintió suspirando –Minerva no volvió ni para felicitar a Daniel, así que me supuse que se fue a casa, lo cual es mejor. Arturito es primero, en cambio yo empecé a beber y beber hasta más no poder, igual no me iba a ir manejando, me iban a llevar, Isabelle se quedó y bueno a mi grupo le cae muy bien, así que se unió a ellos y empezaron a beber, jugar, bailar, etcétera. Yo seguía encerrada en la cocina, pensando en todo y en nada a la vez, o por lo menos lo que el alcohol me dejaba pensar.
ESTÁS LEYENDO
Mi vecina de al frente
RomanceNunca me había gustado nadie del vecindario, incluso la mayoría no me cae bien, excepto un par de amigos, con los que me crié, todo era hermoso, hasta que una mañana la vi llegar, tan imponente, tan divina, tan increíble. ¿El problema? es mi vecina...