Grease Lightning KM

Capítulo 8

Sandy abrió rápidamente la puerta de mi habitación. "¿Cómo me veo?" Preguntó dando vueltas. Mamá y ella habían ido de compras la semana pasada para comprar algo para el baile de la escuela. No era lo que elegiría para mí, pero Sandy se veía hermosa con el vestido largo y suelto.

Me senté y tiré el libro que estaba leyendo a un lado. "Te ves hermosa", le felicité. "Las cámaras te van a seguir".

Sandy suspiró dramáticamente y se dejó caer a los pies de mi cama. "Pero odio las cámaras Cynthia. Oh Dios, ¿qué pasa si mamá y papá nos ven a Danny y a mí en la televisión? Qué vergüenza", se quejó.

"Eso no sería un problema si te quedaras en casa como yo", dije en broma. A decir verdad, ese baile era el último lugar en el que quería estar. Todos los que me interrumpieron van a estar allí y si me veían entrar por la puerta me convertirían en una burla.

Sandy se animó, "¿qué tal si vienes conmigo? Puedo prepararte a tiempo".

"Absolutamente no-"

Sandy corrió por el pasillo, "mamá dijo que sí".

"Agarraré el vestido", gritó ella. No me sorprendió de ninguna manera que probaran algún tipo de esquema. No podrían haber sido menos sutiles si lo hubieran intentado.

Cuando Sandy y mi mamá empezaban a trabajar juntas, es casi imposible detenerlas. Quiero decir, ni siquiera los vietnamitas podrían detener a esas dos.

Agarro mi libro y me coloco debajo de las sábanas, haciendo un espectáculo para que Sandy sepa que no me estoy levantando. "No", digo. Lo digo como si nunca hubiera estado más segura de nada antes.

Ella simplemente se encoge de hombros, "bien, entonces supongo que tu cita te llevará al baile con ese aspecto", dijo señalando mi camisa manchada de mostaza.

"Mi cita", le digo levantando una ceja.

Ella niega con la cabeza y se deja caer en mi tocador. "Tomé el número de cara de cráter de un papel en tu bolsillo".

Ella se regodeaba, sabiendo que había ganado. Pero se me heló la sangre, lo que hizo que le tirara el libro a la cabeza. Desafortunadamente, su mano se colocó frente a su rostro, por lo que el libro solo golpeó su palma en lugar de su frente. "Entonces sabes que me echaron de los T Birds porque él era mi amigo, así que tu primer pensamiento es invitarlo a un lugar donde todos nos vean", le grito.

"Eres increíble, solo intento ser una buena hermana. Mamá puede arreglarte, me voy".

Sandy irrumpió en mi habitación de manera espectacular. Podía escuchar sus tacones golpeando las escaleras hasta la cocina. Pensé que le diría a mamá que traté de matarla.

Fui a recoger mi libro para poder negar sus afirmaciones. Me imaginé haciendo la mejor actuación de mi vida, "no mamá, no le tiré nada, lo juro". Resoplé a través de mi risa al pensar en que ella realmente me creyera.

Una vez que me siento en mi cama, mamá asoma la cabeza en mi habitación, "cierra los ojos". Suena emocionada, así que sigo la corriente.

"Están cerrados", digo.

La escuché entrar arrastrando los pies, acompañada por los sonidos apagados de un vestido. Solo me alegré de que Sandy no estuviera aquí para presenciar la ira de mi madre cuando inevitablemente le digo que odio el vestido.

"Puedes abrirlos", canta.

Miro un ojo abierto, asustada de lo que voy a ver. Una nube de color rojo con lunares que me encanta. Abrí mi otro ojo lentamente.

Mi mamá sostiene el vestido en una percha y sonríe con orgullo. "¿Te gusta"?

Balbuceé, "en realidad sí". Era un vestido remasterizado que usé en Pascua cuando era niña. El vestido que estoy viendo ahora es un poco más corto, con algunas capas más y sin mangas. Refleja perfectamente cómo he madurado el sentido de la escuela primaria, sin dejar de conservar los buenos recuerdos.

"¿Es-" empiezo a preguntar.

Mamá asiente con entusiasmo. "Sí. Reutilicé la tela de tu vestido de Pascua y compré la tela extra que me faltaba. ¿Lo hice bien"?

Mis ojos se llenaron de lágrimas cuando fui a abrazarla. "Es perfecto", le susurré al oído mientras la apretaba con fuerza.

"Me alegro. Ahora vamos a vestirte para tu cita", dice tirando hacia atrás y tocándose el cabello con cariño.

Mi cita. Simplemente me di cuenta de que tengo que ir al baile. No hay forma de que pueda negarme después de todo el trabajo que mi mamá puso en mi vestido.

"Ok", digo fingiendo sonar emocionado. Me alegro de no haberle contado lo que pasó en la escuela. Quiero que esta noche sea perfecta para mi mamá más que para mí.

Después de que me ayude a ponerme el vestido, pasamos los siguientes veinte minutos preparándome lo más rápido posible. Trabajo en mi maquillaje mientras mi mamá me riza el cabello.

"Está aquí", grita Sandy desde abajo. Estaba tan concentrada en mi brillo de labios que casi lo dejo caer cuando grita. Había olvidado por completo que estaba abajo.

Me acerco a la puerta, pero mamá me tira del brazo. "Zapatos", señala. Eso hubiera sido vergonzoso.

Cojo unos sencillos tacones color negro y me los pongo en un tiempo récord. Mi mamá y yo bajamos las escaleras rápidamente, no queremos hacer esperar a Leo. Veo a Sandy sentada en el sofá, ignorando a Leo que está parado en la puerta con torpeza.

Sonreímos cuando nos vemos. "Te ves preciosa", me dice extendiéndome un ramillete.

"No es el baile de graduación", digo riendo.

La cara de Leo se enardece de vergüenza. "Bien", dice tirando de él hacia atrás para ponerlo detrás de él.

Lo recupero rápidamente, "Me encanta". Leo sonríe, feliz de que pensara que su error fue lindo.

Espero a que mi mamá tome su cámara antes de salir corriendo por la puerta con Leo. Nos reímos, preocupados de que nos griten si nos atrapa.

"Arranca el coche", grito y me río al mismo tiempo. Leo acelera sin decir una palabra más, dejando mi casa en el polvo.

"Se va a enfadar tanto", dice Leo sacando un cigarrillo cuando estamos lo suficientemente lejos. Me recliné en el asiento y dejé que el aire nocturno fluyera contra mi piel.

"No tienes idea", le digo con los ojos cerrados.

Una vez que llegamos a la autopista, decido hacer algo que normalmente no haría. Me desabrocho, subo al asiento trasero y me pongo de pie.

"¿Estás loca?", Me grita Leo. Intenta reducir la velocidad sin hacerme caer.

Lanzo mis manos al aire, sintiendo la noche. "Se siente increíble. Sigue conduciendo", le grito.

Una vez que está seguro de que no me voy a caer, vuelve a su velocidad normal. Ambos terminamos riendo sin otra razón que estar juntos.

Mi cabello estaba enredado cuando llegamos al baile. En lugar de fijarlo en un espejo, agarré unas horquillas de mi bolso y sujeté mi cabello.

"¿Parezco un tornado?", Le pregunto a Leo. Me da un vistazo antes de asentir, "sí, pero de la mejor manera posible".

Me río y salgo del asiento trasero, "Me sirve". Respiro hondo, preparándome para enfrentar a la multitud. Tengo suerte de tener un amigo tan bueno a mi lado cuando entré.

Entramos con los brazos entrelazados. La pista de baile es enorme e instantáneamente reconozco a la banda. Son un grupo local al que les gusta escuchar a las Pink Ladies. Me hizo extrañarlos, pero me lo quité de encima. Me prometo a mí mismo que intentaré hacer que esta noche transcurra de la mejor manera posible.

Llevo a Leo al centro de la pista de baile, riendo mientras avanzo.

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