Cambiar de escuela es difícil, pero mudarse de país lo es aún más. Para Cynthia Olson y su hermana Sandy, no tienen idea de lo difícil que será.
Agrega el romance de verano de su hermana, el drama con un grupo de chicos particularmente tontos y las...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Frenchy irrumpió en el remolque como si fuera la dueña del lugar. Luego vinieron Marty y Jan, seguidos de mi hermana. Me sorprendió verla aquí, ya que había asumido que no querría conducir hasta la caravana de Kenickie.
No obstante, estaba feliz de que estuvieran aquí. Habían ayudado a aliviar la tensión de la noche anterior que nos siguió hasta la mañana. Le di a mi hermana un abrazo rápido y le susurré al oído, "gracias por mentirle a mamá y papá. Sé que probablemente eso te molestó".
Ella se encogió de hombros, pero una expresión de culpa se apoderó de su rostro, "fue por una buena causa". Sus ojos se dirigieron a Kenickie, lo que hizo que soltara una pequeña risa.
"Aunque podrías haber elegido a alguien un poco más inteligente, y tal vez alguien con una casa real", había dicho la última parte en voz baja. La vi mirar mis pantalones sin tela de forma interrogante. Sabía que tenía buenas intenciones, pero su comentario me puso a la defensiva. No tenía idea de por qué me molestaba, pero lo hizo.
Aún así, me encogí de hombros. No quería causar una escena frente al tipo por el que estaríamos peleando.
Oí que la puerta se abría con un crujido y respiré profundamente. Sabía quién era antes de que su tacón rosado fuera visible. Rizzo estaba aquí para matarme. "Hey", gruñí. Me avergonzó decir que se me quebró la voz.
"Joder, lo sabía. Todo este tiempo, me estabas diciendo que me alejara de ella y pensé que era porque la odiabas tanto como yo. Pero no, era para que pudieras salirte con la tuya", ella le gruñó "y no creas que te vas a librar de esto", me dijo intencionadamente.
"Kenickie se aleja de la encimera de la cocina para pararse a mi lado. Luché contra el rubor y mantuve la cabeza en alto. No puedo creer que estuviéramos haciendo esto frente a mi hermana y sus amigas.
Hizo un gesto entre los dos, "nunca hemos estado juntos. Has estado conmigo como pegamento todo este año. Lo entiendo, estoy caliente. Pero no culpes a Cynthia. No tienes idea de lo que pasó", argumentó.
Me sorprendió escucharlo decir que nunca estuvieron juntos. Siempre había asumido que lo estaban, todos lo hacían. Siempre estaban juntos, besándose, tomados de la mano. Supongo que nunca me había molestado en preguntarle.
Ese pequeño descubrimiento calentó mi corazón. Quizás podría terminar conmigo. Quizás no todo estaba escrito en piedra.
También me di cuenta de que me defendía, algo que nunca había hecho antes. Por lo general, él es el que me menosprecia. Disfruté del sentimiento.
Rizzo se burló, "¿Así que tener sexo conmigo qué fue? ¿Un error? Porque lo has hecho más de una vez", respondió bruscamente. Vi como ella agarraba su zapato plano, apuntando. No sabía si estaba destinado a mí o a Kenickie, pero me agaché tan pronto como tocó el aire.
Golpeó a Kenickie de lleno en la mandíbula y vi cómo su expresión se llenaba de rabia. Nunca había visto a alguien tan enfadado. Era como si fuera a estallar.
"Ella es una chica inservible, bebé. Yo soy la que siempre has querido. ¿Qué tiene ella que yo no tenga? ¿Pechos pequeños?" sonrió triunfalmente ante su insulto. Para ser honesta, hablar de mis pechos con tanta gente me hizo sentir incómoda, pero no dejaría que ella tuviera esa satisfacción. Permanecí estoico.
Kenickie espetó, "Lárgate. Ya terminé contigo Betty. Has estado llenando un vacío y haciendo un trabajo terrible. Eres el bicho debajo de mi zapato y te quiero fuera", gritó. "Ahora", dijo golpeando la mesa con la mano tan fuerte que sonó como un disparo. Todos en el tráiler saltaron ante su arrebato, mirándolo como si fuera alguien a quien temer. Tal vez lo fuera.
Los ojos de Rizzo se llenaron de lágrimas y, finalmente, con una última mirada en mi dirección, se marchó pisando fuerte. Antes de emocionarse por completo, tomó una pequeña lámpara de mesa y la estrelló contra la pared. "Que os jodan", gruñó.
Arrancó su coche, pero nunca lo escuché alejarse. Parecía que estaba esperando al resto de las chicas. Todos se quedaron congelados en su lugar, el único sonido provenía era su respiración agitada. Incluso Sandy se tapó la boca con la mano.
"Vete", le dije a mi hermana en silencio. Eso pareció sacarla de allí porque agarró la muñeca de Jan y la sacó del remolque. El resto de las chicas la siguieron rápidamente, ansiosas por alejarse de Kenickie.
"No quise asustarte", dijo finalmente Kenickie. Lo había dicho tan suavemente que no estaba segura de si me lo había imaginado diciéndolo o no. Me volví para mirarlo, pero evitó mi mirada.
Agarré su mano gentilmente, "no podrías si lo intentaras. No me asusto fácilmente", digo con confianza. Quise decir cada palabra y mi tono fue firme. Me sorprendió que hubiera gritado, pero no le tenía miedo.
"Betty estaba tratando de lastimarte", balbuceó, "me molestó". Se había sentado en su cama como si pesara tres toneladas, aliviado de no estar de pie.
Lo seguí, envolviendo mis brazos alrededor de él cuando llegué allí. "Gracias", fue todo lo que dije en respuesta. Me senté y disfruté de la sensación de nuestros cuerpos tocándose, algo que no había dejado que sucediera anoche. Aunque ahora mismo, no puedo recordar por qué. Todo lo que quería era estar más cerca de él.
"¿Por qué le pegaste a Leo anoche?", Le pregunté. Mi cabeza estaba en su hombro, así que terminé murmurándolo en su camisa. Sentí su cuerpo ponerse rígido debajo de mí. Apreté su cuerpo más fuerte, haciéndole saber que quería una respuesta directa.
Puso su cabeza entre sus manos y se frotó las sienes, "porque siento algo en mi estómago cuando te miro y cuando ese pedazo de... perdón, cuando Leo te besó, ese sentimiento se convirtió en una roca y quería que se detuviera. ".
Me hizo feliz cuando Kenickie se corrigió y usó el nombre real de Leo. Significaba progreso. "También tengo una sensación en el estómago", dije de nuevo en su camisa. Se sentía extraño decirlo en voz alta cuando solo unas horas antes estaba casi llorando sabiendo que nunca llegaría a decirle mis sentimientos.
Me miró con esperanza en sus ojos. Todo lo que vi fue un chico por el que estaba dispuesta a perderme. "¿Vas a besarme?" Le pregunté mientras me acercaba poco a poco. Ahora, nuestras narices se tocaban y nuestras bocas estaban a solo pulgadas de distancia.
Sin dudarlo, cerró la brecha y presionó su cuerpo contra el mío. Rodamos de espaldas sobre la cama. Al instante, la camisa que estaba usando se subió y expuso mis piernas. Kenickie aprovechó eso y dejó que sus manos calientes comenzaran a viajar hacia arriba.
Sentí una sensación de ardor, pero no quería que se detuviera. Ayer, había mirado este lugar con tanto juicio, pero ahora no podía pensar en un lugar más celestial en la tierra. Tiré de su cabello y envolví mis piernas alrededor de él en una desesperada necesidad de acercarme.
