Luna de miel.

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Maraton 3/5

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Bora Bora es una isla perteneciente a Francia.

Cuando nos retiramos de la boda, la fiesta aun seguia y eran aproximadamente las una de la mañana. El vuelo salia a las tres y media de la madrugada, así que teníamos que pasara buscar las maletas por el hotel e irnos al aereo puerto.

No sabia donde sería nuestra luna de miel ya que según Mew era una sorpresa, así que el vuelo entero lo pase con audifinos que el me había puesto para no escuchar lo que decía la azafata. Pase dormido la mayoria del viaje ya que estaba demasiado cansado.

—Gulf ya aterrizamos, levanta. —Me decía Mew al oído.

—Dejame dormir Mew.

—Cariño te dejo dormir lo que quieras en el hotel, pero levanta. —Me levante perezosamente y salimos del avión, el clima era caliente, pero no sabia donde
estábamos.

—Mew donde estamos. —Dije cuando ya habíamos recogido las maletas y estábamos saliendo.

—Bienvenido a Bora Bora. —Dijo.

-Bora Bora. —Pregunte ilucionado y este asintió con la cabeza. —Ahhhhh gracias, gracias. —Dije saltando arriba de el y besando todo su rostro.

En el camino al hotel estaba viendo por la ventana, debian ser las 6 de la mañana, apenas estaba amaneciendo. Llegabamos a recepción y nos atendió un hombre el cual hablaba Francés, ya que yo no entendi nada le deje eso a Mew mientras veia el area.

—Gulf vamos. —Dijo Mew apuntando con su cabeza. Ibamos agarrados de mano mientras un botones nos guiaba a la cabaña que nos había tocado.

Las cabañas estaban organizadas una después de otra pero con espacios entre sí en una especie de muelle. Nuestra cabaña tenia el número 18, ese numero ya me esta preocupando aparece en todos lados.

—Mew. —Dije llamando su atención. —Cual es tu fetiche con el numero 18, esta en todos lados. —El me dio una mirada graciosa.

—Es mi numero favorito.

—Y lo tienes que hacer tan literal. —Pregunte y este asintió con la cabeza y me beso en los labios. Al entrar a la cabaña, me  impresione era hermosa, una cama central, un jacuzzi, un baño completo, un balcón con escalera a la playa.

—Te gusta. —Me pregunto.

—Me encanta. —Me tire de cara a la cama oh si que suave. —Amor quiero el divorcio. —Dije, escuche como un cristal se rompía, me levante y vi a un Mew con cara asustada. —¿Qué pasa? —Me preocupe tal vez se había lastimado.

—Como que que pasa, me acabas de pedir el divorcio y no tenemos ni un día de casados. —Su rostro asustado me hizo morir de risa, me estaba quedando sin oxigeno. —De que te ríes Gulf no se que tiene gracia esto es serio.

—Amor te pedí el divorsio para casarme con la cama. —Le dije, su expresión se suavizó pero cambio rápidamente a una perversa.

—Con que a mi esposo le gusta hacerme bromas. —Wuao que bien se escucha esa palabra saliendo de su boca "Mi esposo".

—Puede que sí. —Dije con sonrisa picara.

—Mmm pues mereces un castigo señor Suppasit. —O si castigame todo lo que quieras Mew, soy todo tuyo.

—¿A mi? pero si yo no hize nada. —Dije en tono inocente.

—No, no, no. Te portaste mal mereces un castigo. —Dijo eso último tomandome por las caderas y acostándome en la cama. —No necesitaremos esto. —Dijo rompiendo mi hermosa camisa. —Y mucho menos esto. —E hizo lo mismo con mi pantalón. Le perdono esta pero a la próxima que me rompa algo Joder y hay van mis boxers. — Mmm parece que mi esposo esta excitado. —Dijo viendo mi erección. Asentí con la cabeza.

Vi como agacho su cabeza a mi miembro y lo introdujo de una a su boca. Un jadeo de sorpresa salio de mi. Mientras su boca me estaba dando placer su mano también lo ayudaba con la base de mi pene. No se cuanto tiempo estuvo dándome placer, ya que mi mente estaba volando por la sensaciones que me provocaba, cuando pensé que iba a llegar al orgasmo Mew paro.

—Porqué paraste. —Me queje, el inclino la cabeza y me miro con deseo. —Qué tengo porque me miras así.

—Dabes lo provocativo y sexy que te vez en esa posición. —Mire hacia abajo y comprendí lo que decía, tenia las piernas abiertas sin ropa, con un pequeña capa de sudor en mi cuerpo y mi cara sonrojada a mas no poder. Trate de cubrirme pero no me dejo.

—No, no, demasiado bueno estas para ocultarlo. —Pensé que mi cara literalmente iba a explotar con esas palabras.

Vi como se alejaba de mi y se ponía frente a un sofá colocado en una de las esquinas de la cabaña. Se desnudo completamente y se sentó en el sofá.

—Ven acá. —Dijo llamándome, me coloque frente a el y este me coloco con las piermas a cada lado de sus muslos, pero sin lograr sentarme. Beso mi hombre y subió a mis labios, el beso era rudo, exigente.

Me bajo a su miembro haciendo que su pene entrara de una sola en mi, incline mi cabeza hacia atrás soltando un gutural gemido. Mi cuerpo trataba de acoplarse a su inmensa magnitud, creo que Mew no entendía que no era para nada pequeño.

Comenzó a subir y bajar mi trasero contra su miembro mientras su boca se encargaba de la mia y mi cuello. Mis manos se sujetaban fuertemente de su cabello, mientras mi boca soltaba uno que otro sonido de placer.

La cumbre de esta escena estaba llegando a su fin, sentí como esa sensación se acumulaba en mi vientre bajo y bajaba en cascada a mi miembro haciéndome llegar al preciado orgasmo. Mi semen estaba
esparcido por todo su pecho y parte del mio, sentí como su semen me llenaba haciéndome sentir completo.

Recoste mi cabeza en su pecho. Estaba agotado, aunque había pasado la mayor parte del vuelo dormido, la incomodidad hizo que no descansara bien. Sentí mis ojos cerrarse poco a poco, mientras Mew me llevaba a la cama, un paño húmedo pasarse por mi pecho, lo último que logre definir antes de caer dormido completamente fue unos brazos rodearme.

Disculpa ¿Usted es mi jefe? MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora