¿Dónde está Bakugō Katsuki?

Extra I

Perspectiva de Uravity.

— Te digo que casi lo logro, sé que estuvo a punto de admitir que aún tiene sentimientos por Bakugō. — la chica castaña decía aquello mientras golpeaba la mesa con el vaso de su bebida.

— Uraraka-kun, ya han pasado muchos años, creo que es mejor dejar las cosas así. — respondió su amigo de lentes mirándola seriamente — Lleva al menos unos ocho años saliendo con alguien, si no ha terminado esa relación es porque realmente ama a esa persona, ¿no crees?

— Pero tú también lo has visto, sus ojos siguen brillando cada vez que ve a Bakugō.

— Uraraka-kun, no es correcto meterse en las relaciones de otras personas.

— Pero tú-

— Que yo también estuviera de acuerdo en la observación de que Midoriya-kun parece tener cierto interés por Bakugō no significa que apruebe la idea de interferir en su relación actual. No es correcto involucrar y herir a terceras personas.

— Su "omega" sufrirá más si continúan con una relación en donde claramente Deku-kun prefiere a Bakugō.

— Tal vez nosotros estamos malinterpretando su admiración por Bakugō, después de todo, Midoriya-kun admira varios héroes.

— Tú lo has dicho, "admira", no que babee por ellos y los defienda, ¡casi besa el suelo que pisa!

— Creo que estás exagerando. Uraraka-kun, sé que te sientes culpable de que su relación terminara, pero ya pasaron años de eso. Es mejor que no interfieras ahora.

Golpe bajo. La chica alguna vez llegó a hacer comentarios sobre cómo una relación alfa-beta no funcionaría, porque en aquel entonces una persona cercana a ella tenía una relación de esa dinámica y salió mal. Ella creía que eso era muestra suficiente de que nada saldría bien de una pareja con ese tipo de géneros secundarios. Ahora sabe que no es así, que el caso de aquel familiar era sólo parte del 35% de relaciones de esa naturaleza que fracasan.

Pero también llegó a comentar que su relación era extraña y que la falta de romanticismo por parte de Katsuki sería un problema a largo plazo. Nunca consideró que las cosas podrían ser diferentes entre ellos en privado o que simplemente ellos tenían su manera de entenderse. Nuevamente, ahora lo sabe, lo entiende y se arrepiente de aquellos comentarios que hizo en el pasado.

Una parte de ella llegó a pensar que tal vez sólo era algo así como la luna de miel del primer amor. Que Deku sólo estaba encaprichado con Bakugō, y que tras terminar su relación, lo superaría y eventualmente saldría con alguien más. Se supone que así fue, porque seis años después comenzó a salir con un omega. El peliverde no se los dijo explícitamente, pero el aroma lo delató. Sin embargo, Uraraka era observadora, sabía que su mejor amigo nunca superó al rubio cenizo de las explosiones, porque siempre lo veía con cara de tonto enamorado, y cuando estaban juntos, a veces era muy atento con él, de una manera diferente a como podría serlo con sus amigos.

Sabía que ella no era completamente responsable de que ellos terminaran, pero sí fue partícipe de eso, así que la culpabilidad le golpeó duro, llevándola a esforzarse por hacer que el peliverde se dé cuenta de que debería romper con su omega e intentar regresar con Bakugō, quien tampoco se muestra indiferente al alfa. De hecho, está segura que hubo una vez en que los vio casi besarse. Izuku se acercó mucho al rostro del beta, y Bakugō vaciló antes de apartarse. Para ella eso era una señal de que podía haber algo.

— ¡No es sólo eso! No quiero que mi mejor amigo termine casándose con alguien que no ama.

— Uraraka-kun, ¿no te has preguntado porque esa relación ha durado 8 años si se supone que no ama su pareja? — cuestionó antes de darle un sorbo a su bebida.

— No estarás insinuando que... somos sus amigos, no se casaría sin decírnoslo... ¿o sí?

— No estaba pensando en matrimonio, quizá algo más fuerte.

— ¡¿Le marcó?! — exclamó sorprendida y preocupada de que así fuera.

— No quería decirlo por respetar la privacidad de nuestro amigo pero, es necesario que pares. — se tomó una pausa para darle el último trago a su bebida y después dejar la taza vacía sobre la mesa — Hace un mes vi a Midoriya comprando pañales y cobijas de bebé. Iba de civil, casi de incógnito, claramente no quería ser reconocido.

— ¡No puede ser!

— Su relación ha durado ocho años, él asegura que ama a su pareja, y parece que tuvieron un bebé. Lo mejor que podemos hacer como amigos es apoyarlo, sin importar que pienses que es un error. Es su vida, Uraraka-kun, no nos corresponde interferir si él afirma ser feliz.

Eso... cambiaba todo. No podía destruir una familia sólo por sus ideas.

Ochako decidió que no volvería a insistir, que apoyaría a su amigo y aceptaría a su pareja, y si algún día el peliverde se daba cuenta de que era un error o llegaba a arrepentirse, ella estaría ahí para apoyarlo, pero no volvería a interferir, ya no. Era momento de renunciar a su idea de enmendar la fallida relación entre Bakugō y Midoriya.

— ¿Crees que es buena idea darle un regalo para su bebé y su pareja?

— ¿Qué? — Iida alejó el trozo de pan que estuvo a punto de comerse para reflejar su confusión ante la pregunta de su amiga.

— Si lo pienso bien, quizá estoy repitiendo mis errores del pasado, y quiero disculparme con Deku-kun, ¿crees que acepte regalos para su nueva familia?

Tenya sonrió al escuchar eso, orgulloso de que su amiga se diera cuenta antes de que fuera demasiado tarde.

— Estoy seguro que sí.

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Fin del extra I: Perspectiva de Uravity.
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19/09/2021