Capítulo 6: Sin aliento

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Felix se sentía animado, pues le gustaba mucho tener visitas y la gente en sí, pero, por algún motivo, en ese momento, estando a solas con Hyunjin en su apartamento, comenzaba a sentirse un poco nervioso.

Hyunjin, por su parte, tenía mucha curiosidad por el rubio, pues sería mentira decir que no le había llamado la atención desde que se sonrieron mutuamente frente al edificio de los dormitorios, sentimiento que se había ido intensificando conforme pasaba el día.

Así pues, Felix se giró hacia Hyunjin, mientras alzaba ambas manos y le apuntaba con sus dedos índices.

Felix: Uh, bien, pues siéntete cómodo de hacer lo que quieras. Mi apartamento es tuyo.

Decía el rubio a Hyunjin de forma amigable, a lo que este se limitaba a sonreírle.

Felix: También tengo algo de ropa holgada, por si quieres cambiarte para ir mañana al instituto...

Hyunjin: Gracias, Felix.

Dijo el más alto con gentileza, cosa que a Felix le hizo tener una cálida sensación en su interior.

No hay cómo negarlo. Este chico me agrada bastante, pero siento como si fuese algo más...

Pensó rápidamente el rubio, mientras el más alto se dirigía a ver algunas pinturas que Felix tenía colgadas en la pared.

Hyunjin: ¿Tú pintaste estos cuadros?

Preguntó el extranjero, mientras Felix se dirigía a recoger los platos sucios y la basura que habían quedado en la mesa de centro.

Felix: Ah sí, algunos los hice durante mis años de bachiller, y otros los hice en el taller de pintura.

Contestó el rubio, mientras Hyunjin se detenía ante una pintura de una pequeña flor de pétalos blancos y centro amarillo con toques verdes, la cual había llamado su atención.

Una margarita.

Pensó Hyunjin, quedando cautivo por el cuadro de una margarita en medio de un prado verde e iluminado por el sol.

Hyunjin: Pintas hermoso...

Felix: Uh, perdón, ¿dijiste algo?

Preguntó el pintor mientras lavaba algunos platos en la cocina, la cual tenía una barra que conectaba con la sala y la entrada del apartamento. Hyunjin entonces se acercó a dicha barra, para recargarse en ella con la mirada hacia abajo.

Hyunjin: Dije que pintas hermoso.

Felix: Oh, ¿te gustó algún cuadro?

Preguntó el rubio, dedicándole una sonrisa a Hyunjin.

Hyunjin: Me gustan todos, en especial el de la margarita.

Dijo seriamente el peli-negro, por lo que Felix pensó en regalárselo algún día. En ese momento, Felix también sintió que quería seguir conversando con él, tanto para conocerlo más como para evitar momentos silenciosos e incómodos.

Felix: ¿Desde cuando te gusta bailar?

Preguntó el rubio, prosiguiendo con la limpieza de los trastes. Hyunjin entonces se sintió animado de seguir la charla con él, por lo que se acomodó sobre la barra.

Hyunjin: Comencé desde muy chico, diría que estando en el primer año del preescolar.

Felix: Oh, esa es una edad muy temprana.

Hyunjin: Sí... aunque realmente casi nunca tuve apoyo por parte de mi familia... y como tampoco tenía amigos, fue el amor que le tuve desde entonces al baile lo que me hizo querer seguir practicando.

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