𝐵𝓁𝓊𝑒 𝐸𝓎𝑒𝓈// ᴴᵃʳʳʸ ᴶᵃᵐᵉˢ ᴾᵒᵗᵗᵉʳ

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[VISITANTES]

DESPUÉS DEL TRAUMÁTICO Suceso en el campeonato de Quidditch por fin llegó el día de volver a Hogwarts. Jamie estaba más que feliz de volver a ver a sus mejores amigos después de tantos meses separados.

Ella junto a su hermano aún no saben cómo terminaron en el Vagón de Harry Potter y sus dos amigos, un momento estaba solos y el otro ya habían 5 personas en el, algo que no les molesto, pero si les extraño.

- ¡Quiero Chocolate! - pidió Jamie a su hermano haciendo ojos de cachorro al escuchar a la mujer de las golosinas pasar por su compartimiento.

Jaden bufo volteando sus ojos antes de asentir y ponerse de pie seguido de ella Harry y Ron.

- Quiero Ranas de chocolate, por favor y deme los regalices - pidió Jamie al ver cómo Ron se había ido sin poder comprar su regaliz.

- Dos pasteles de calabaza - Cho Chang, compañera de dormitorio de Jamie se acercó a la vendedora- Oh, Hola Jamie - Saludo la Chica después de intercambiar mirada con el Azabache que miraba para nada disimulado a Chang.

- Hola Cho - Saludó amablemente a la chica antes de darse al vuelta y entrar al compartimiento entregándole el regaliz a Ron el cual se negó pero terminó aceptando.

Harry entró al compartimiento segundo después de ella dejándose caer a su lado con una Boba sonrisa en su rostro.

- Sabes Harry - Dijo Jamie llamando su atención- No es por arruinártelo ni nada, pero... Cho es mayor que tú. Además creo que le gusta ese Hufflepuff, como se llamaba - llevo un dedo a su mentón haciendo como si estuviera pensando algo- ¡A si!, Cedric Diggory.

Al escuchar lo que Jamie le dijo, Harry le dio la razón, él es menor que la Joven Chang, y él está fuera de su alcance, lo más seguro es que ella esté buscando a un chico de su edad y Guapo como lo es Diggory. ¿Qué buscaría una chica mayor en un niño inexperto?. Eso. Nada.

- ¡Oye no te agüites! - dijo Jamie pasándole una Rana de chocolate al ver que sus palabras habían afectado a Harry- Hay muchos peses en el mar, Potter.

Harry Tomo la rana gustosamente y le sonrió a la chica con sus mejillas ligeramente sonrosadas. El resto del camino hacia Hogwarts, Hermione se la pasó hablando de lo horrible que era el que no hayan encontrado quien conjuro la marca tenebrosa.

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Todos se acercaron a ver cómo los Pegasos que halaban los hermosos carruajes aterrizaban. soltaban exclamaciones de sorpresa ante lo hermoso que podían llegar a ser esas increíbles criaturas.