☾ Capítulo 3 ☽

178 125 60
                                    

Anayra

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Anayra.

Maldigo otra vez cuando me doy cuenta que no estoy en mi casa, y de que esto no es un sueño, no me preocupa demasiado no saber en dónde estoy, sino saber quién diablos me trajo hasta acá y el motivo del mismo.

Me pongo de pie y evalúo el lugar con completa calma, la habitación en donde estoy tiene paredes rocosas y todo es de color negro, la ventana tiene rejas de color dorado. Me acerco y puedo ver una gran ciudad acompañada de una gran luna roja adornando el cielo.

Ok, ¿qué diablos con este lugar?

Esto no tiene ni pinta de ser la casa de Mika, así que estoy en la reverenda mierda. Debo salir de aquí y buscar a alguien... ¿Pero a quién?

Concéntrate, Anayra, eres la reina, no el peón.

Decido alejarme de la ventana y comienzo a caminar directo a la puerta decidida a irme de este horrendo lugar cuando una voz me detiene en seco.

— ¿Reina? Solo eres una estúpida — una voz grave e indiferente llega a mis oídos.

— ¿Te conozco, insecto? — me burlo sin voltear a verlo.

—No, no deberías, cosas insignificantes como tú, no deben de saber de cosas tan grandiosas como yo — su voz tiñe la burla y eso me divierte más.

—Wow, tus palabras son tan crueles conmigo que me voy a poner a llorar — digo en tono de lamento mientras volteo a ver con quién hablo —, eres horrendo — es lo primero que digo apenas lo veo.

Cabello castaño, piel blanca, tan blanca como la nieve, ojos verdes con tonos azules, cejas pobladas y una pequeña cicatriz en su nariz, vestido de negro junto a un cuchillo entre sus dedos. La cosa más fea que he podido ver en toda mi vida.

—Tú también lo eres, Anayra.

La pequeña sonrisa desaparece de mi rostro apenas esa cosa fea pronuncia mi nombre. Trato de controlar la voz en mi cabeza mientras me concentro en el chico enfrente mío.

Mátalo, Anayra, mata a ese estorbo.

— ¿Cómo sabes quién soy? —decidido preguntar, ignorando la voz.

Ahora es él quien sonríe — ¿Qué pasa? ¿Tienes miedo, Reina?

— ¿Miedo? No conozco esa palabra, pienso que eres tú quien tiene miedo — sonrío de medio lado mientras trato de adivinar quién es él.

—Pasarán los siglos y seguirás siendo la misma, Anayra —veo como hace una pequeña inclinación—. Un gusto, Reina, o mejor dicho, αγάπη μου.

¿What? ¡¿WHAT?!

— ¿Eh? — entre mi confusión no soy capaz de decir otra cosa.

¿Cómo que αγάπη μου? No he tenido un amor nunca.

The End of the Threads (01) 𝕾𝖆𝖌𝖆 𝕯𝖎𝖔𝖘𝖊𝖘 𝖉𝖊𝖑 𝖀𝖓𝖎𝖛𝖊𝖗𝖘𝖔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora