Capítulo 8.

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Deruth Henituse miró el retrato frente a él.

En la pintura se mostraba una mujer pelirroja, un niño pelirrojo de dos años sonreía en sus brazos mientras sus manos dejaban una corona hecha de flores en la cabeza de la mujer.

La mirada de Deruth se dirigió a la pintura de al lado. En ella, la mujer pelirroja cocinaba galletas mientras el niño pelirrojo lamía el chocolate de la cuchara.

En otra pintura, la mujer pelirroja leía un libro en la sombra de un árbol mientras el niño pelirrojo dormía en su regazo.

Había diversas pinturas en la habitación, y Deruth se dio cuenta hasta ese momento que él solo aparecía en cinco pinturas.

Una fue en la boda con su primera esposa, la siguiente fue cuando su hijo mayor cumplió un año, luego estaba tomando el té con su primera esposa mientras su hijo jugaba con sus juguetes. Las otras dos fueron para un cumpleaños de su esposa y el cuarto cumpleaños de su hijo.

Deruth Henituse salió de la habitación con una sensación asfixiante y caminó a paso rápido hacia el otro lado de la finca. ¿Hace cuánto que no pone un pie este lugar? El lado usualmente vacío ahora contaba con varias personas, pero ninguna de esas personas era su hijo.

Sus pasos lo llevaron a una habitación apartada. Su cuerpo tembló al sentir el frío pomo de la puerta antes de abrirla y entrar a la habitación.

La habitación se iluminó con las luces mágicas al sentir su entrada y Deruth pudo admirar la gran cantidad de pinturas en la habitación.

Algunas eran iguales que las suyas, otras eran pinturas que Deruth nunca había visto.

Había una donde la mujer pelirroja y el niño tomaban té cerca de un estanque. En otra el niño pelirrojo tocaba el violín mientras la mujer pelirroja pintaba con una sonrisa.

Una mostraba a un niño pelirrojo de cinco años que jugaba en el jardín de rosas con un niño un poco mayor de cabello gris claro.

Deruth no sabía si reír o llorar al ver una pintura donde la mujer pelirroja se reía del niño pelirrojo que escurría su ropa luego de salir del estanque al que había caído.

Las pinturas se cortaban en un punto y la siguiente pintura era de un niño pelirrojo de nueve años haciendo una trenza en el largo cabello de color oro blanco de la otra persona.

En otra, en la cocina secundaria de la finca, el niño pelirrojo de diez años miraba con confusión la extraña masa aguada en el recipiente frente a él, un chico alto lo miraba con el ceño fruncido y un anciano sonreía benignamente detrás.

Una plasmaba un chico de cabello gris claro con una gran sonrisa llevando una cuchara con helado de frutas a la boca del chico pelirrojo, quien aceptaba ser alimentado de esa manera con un sonrojo de vergüenza.

Había una donde un chico pelinegro y un chico de cabello rubio entrenaban con espadas en un bosque. El niño pelirrojo y la persona de cabello oro blanco los miraban mientras tomaban el té desde el costado.

Deruth reconoció a todas las personas que acompañaban a su hijo mayor Cale luego de la muerte de su primera esposa.

La persona de cabello color oro blanco era Haben, el chico estoico que fruncía el ceño era el cocinero Beacrox, el anciano benigno era el mayordomo Ron, el chico de cabello gris claro era Eric Wheelsman, el chico pelinegro era Choi Han y el chico de cabello rubio era el Príncipe Heredero Alberu Crossman.

Deruth Henituse recordó entonces, a la mujer pelirroja extremadamente pálida postrada en la cama, el niño pelirrojo se había dormido a su lado mientras se aferraba a sus ropas. La mujer acarició el cabello del niño antes de mirar a Deruth y decir.

For a peaceful future. [TCF] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora