• 14 | "Mientras más suena más limpio queda"

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Ahhh, día de la limpieza, nada mejor que limpiar el desastre causante por algunos pocos descuidos de una que otra escritora, incluyendo los personajes, sobre todo aquellos como Nightmare que algunas pocas veces ha sido el origen de broncas ocasionadas en el estudio, aunque la mayoría de esas "pocas veces" hayan sido provocadas.

El alba se asomaba iluminando las calles, el estudio y los alrededores indicando una nueva mañana de trabajo extra y descanso para los personajes mientras se solucionaban ciertos problemas técnicos en el establecimiento. A estos se les había pedido que volvieran a sus mundos a descansar, estar con su familia o lo que hicieran con sus vidas para continuar a los dos días. Pero algunos como Sansy, Fly, Fate, otros personajes y Lull se quedaron voluntariamente para ayudar a sus madres, aunque éste último fue obligado.

Algunos trabajadores ajenos al estudio hicieron presencia para resolver uno que otro "accidente" técnico que sucedió en una de las grabaciones.

Dentro de aquellos pasillos, se encontraba una humana de lentes, baja y castaña arrastrando de la capucha a su creación mientras este tomaba de su querido café con leche indiferentemente acostumbrado a esas dramas de su madre dejándose arrastrar. El jabón Ariel estaba caro, por Dios.

¿Si quiera se había dado cuenta que los presentes en ese pasillo los estaban mirando...? Parecía que no, perdida en su propia paranoia.

—¡Díctame la lista! —como muñeco de trapo lanzó al Guardián adentro de la oficina.

—¿La lista de todo lo que shippeas sin descanso? es muy larga, lo sé —tranquilo de la vida, se quedó en el suelo sentado en indio ignorando los papeles exageradamente esparcidos por el suelo terminando su interminable y sagrado café con leche.— bets, la próxima vez avísame antes de enterarme de sorpresa que iba a ser el padrino de la "boda" de lull y nathie.

—Sus sonrojos decían que les gustó, ¡Y NO! Eso no era.

—Sí, sí, lo sé —Fate del bolsillo de su pantalón sacó una hoja y la desdobló, sacó unos lentes de secretaria que quién sabe Dios a quién robó y empezó a leer en voz alta con voz monótona— ¿Detergente?

—Lo tenemos.

—¿Jabón?

—Lo tenemos.

—¿Cloro?

—Lo tenemos.

—¿Taladro?

—Lo te- ¡¿taladro?!

—Esa hacha en el techo no se va a quitar sola- —apuntó a la mencionada con el pulgar sin siquiera despegar sus pupilas de la hoja.

—No encuentro fallas en tu lógica.jpg, sigue —con un ademán con la mano indicó que continuara restándole importancia a esa arma y suceso que ocurrió hace una semana atrás. Lo había olvidado, ni siquiera recordó que Soske había estado sentada en el mueble hablando animosamente con la otaku mientras el arma colgaba encima de sus cabezas, y si Fate no se lo hubiese recordado la habría considerado un bonito candelabro.

—Lo demás, como escoba y eso ya está aquí. ¿En serio hiciste una lista para estas tres cosas?— alzó la mirada observándola con incredulidad.

—Siempre hay que estar preparados —con orgullo ensayado y ambas manos en su cadera sonrió, sonrisa que se desvaneció al escuchar el comentario de Fate.

—Me extraña viniendo de ti... —una sonrisa divertida cruzó sus facciones y se levantó con fastidio, hasta que una almohada chocó contra su cara.

—¿Vas a seguir o prefieres resolverlo como macho que se respeta? —y tomando su arma improvisada, o sea, un Jirafaig, el cuál es el peluche que había sido de su hermano y Shine obsesionado con él y sin quererlo soltar lo había traído. En el único ojo del peluche rogaba piedad por su felpuda vida y nadie parecía importarle. Nunca más pisó casa el pobre Jirafaig.

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⏰ Última actualización: Sep 20, 2021 ⏰

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