La fina línea tenue y amarillenta del astro rey que empezaba a ascender esa mañana, podía admirarse a kilómetros desde el edificio donde un grupo de escritoras trabajaban constantemente en el Estudio y práctica de sus proyectos. Podía observarse una humana tomando café desde lo alto apoyada en una ventana, y admirando el espectáculo mañanero que la naturaleza le ofrecía. Faltaba un poco para empezar el trabajo, pues, ¿Por qué no iniciar con un café?
—Ah...—suspiró cerrando sus párpados por breves momentos y volviéndolos a abrir, sólo que con la diferencia de encontrar dos siluetas corriendo... ¿Hasta acá? Entrecerró sus ojos para enfocar mejor. Si. Exactamente VENÍAN hasta el Estudio.
El edificio abría sus puertas cada mañana a nuevas oportunidades que se les presentara... pero no esperaban una tan... desastrosa.
—¡mE LASTIMAS, FATE!
—¡perdón! ¡pero esto es tu culpa por enterarte mEDIO AÑO DESPUÉS! ¡¿CÓMO TE LLEGARAS AHÍ ABRIENDO LAS PUERTAS COMO SI NADA ASÍ NADA MÁS?!
En el camino estuvieron todo el rato discutiendo, un esqueleto ya cansado corriendo apresurado con una humana aferrándose a él como si su vida dependiera de ello en sus brazos, que por el apuro ni siquiera pensaron en usar los poderes del Sans para llegarse a la puerta en menos de nada.
La creación estuvo regañando a su creadora por tal descuido de su parte, ¿Cómo podía ser tan irresponsable? De casualidad a la hora de crearlo casi que no lo abandona a la mitad por ser tan olvidadisa y despistada. Tal vez y era demasiado tarde para participar con aquellas escritoras a las que admiraba, pero había que intentarlo, ¿No?
Estaba de suerte al menos que no trajo ni a Lull ni a Chara... no podía estar más avergonzado por esa pequeña falta, y con soportar el desastre que ambos humanos pudieran hacer...
Definitivamente esa quinceañera y sus descuidos eran su pan de cada día.
—¡Llegamos!—la de pelo castaño y lentes oscuros exclamó exaltada en emoción, ni siquiera con el pensamiento de preocupación que tenía su creación.
—si, ya casi lle-
Y como si el destino y el mismo Zalgo conspiraran contra ellos, Fate!Sans tropezó con una roca en su apuro medianamente considerable, y en consecuencia sus caras dieron a parar al suelo a media entrada.
—Coño e' la madre—vociferó la venezolana alzando la mirada del suelo y queriendo quitarse cómo podía la tierra que tenía en los labios.
—mamá, ¿qué te he dicho de las groserías...?
Parecían padre e hija peleados en un ciclo de llamadas de atención y discusiones.
De pronto un chirrido de las grandes puertas que abrieron para ellos dieron a delatar a un esqueleto un tanto... extraño.
—¿qūə qųīęřēń y qūîəņĕß §øń?—habló con voz oscura el desconocido monstruo, con voz glicheada y apenas entendible, Fate entrecerró sus cuencas al mirarlo... ¿No sé suponía que sólo los que son como Error hablaran de esa forma...?
Se tranquilizaron al ver una silueta humana detrás del Sans, que sacudió su mano frenéticamente a modo de saludó con una sonrisa.
—Fly, te dije que me acompañaras a recibirlos, y eso no me parece una bienvenida—se cruzó de brazos la humana mirando a su creación, realmente no estaba enojada, incluso podía notarse la ligera sombra que escondía una sonrisa divertida en sus facciones.
Fate y Snyan se miraron las caras.
—lo siento, mamá...—murmuró por lo bajo rascando su nuca, no podía evitar ese sentimiento de protección, al menos contra esos desconocidos que se les ocurre tropezarse de la nada en la puerta y a esas horas de la mañana.
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•| Caos en el Estudio |•
Fanfic¡Bienvenidos a esta sección! La imaginación y la creatividad abundan en este lugar, mas la seriedad se fue de vacaciones hace mucho tiempo. Ponte cómodo, estas pequeñas historias sobre un grupo de amigas tienen mucho por contar. | 《~~~~~~~~~~~♡~~~~~...