Side Story: Cuarta parte

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_-Side Story: Cuarta parte
     _Sentirse en paz_

No sé sentía bien. Su cabeza estaba temblando, dando tumbos y vueltas como una carreta sin jinete sobre tierras movedizas. No había frenos en su carreta mental, y mucho menos una palanca que diera marcha atrás antes de que cayera al gran abismo que tenía delante. Simplemente no estaba bien.
Sabía desde hace mucho tiempo en que algún momento su mente terminaria por explotar, haciendo caer las lágrimas hasta en un punto en donde imaginaba que quedaría seco por dentro. Muchas veces Malfoy le repetía como un protocolo de cuidado las cosas que le hacían mal o no para que cuando el momento de tomar el control llegara no tuviera una crisis que le hiciera llorar. Mucho menos que tras agotarse quedara durmiendo tan profundo en su mente que su hermano tendría que tomar su lugar quien sabe hasta cuando antes de despertar.

Extrañamente quién había terminado como la bella durmiente había sido su protector mismo quien hasta el momento no tenía señal alguna de querer despertar. Cada noche intentaba hablarle, pero lo único que conseguía era el eco mismo del silencio en su mente. Empezaba a extrañar las conversaciones que tenían, incluso aquellas que le parecían aburridas.
Pero ahora estaba solo. Tenía todo un mundo delante el cual debía enfrentar en soledad con sólo los protocolos de cuidado que tenía en su mente gracias a su hermano.

-¿Draco?- Suponía qué así se llamaba. El tiempo junto con la oscuridad que tenía le habían hecho perderse en sus recuerdos olvidando muchas cosas, incluso esa, su nombre. Para su suerte -o tal vez no tanta- sus padres y Harry siempre estaban ahí para recordárselo junto a otras cosas que, a su parecer, le parecían en ese momento innecesarias. -Cariño ¿Estas despierto? ¿Podemos hablar?-

Desde que su madre se había ido siempre había añorado esas palabras cada vez que tenía ganas de llorar, pero simplemente en ese momento no quería escucharlas ¿Realmente era necesario? ¿Acaso ella podría arreglarlo? Decían las historias que una madre siempre podía arreglar todo, incluso en alguna historia de fantasía que había encontrado aquella madre había logrado salvar a su hijo de la propia muerte.
Pero no creía que su madre pudiera arreglar su problema. Puesto uqe de hacerlo tendría que arreglar por completo al hijo que tenía.

El peso sobre el rincón de la cama le hizo entender que ya no había vuelta atrás, si algo sabía de sobra era que su madre era bastante insistente y no tardaría mucho en ceder a su palabras para que hablaran.

-Draco, se que estas despierto cariño- Sintió como la suave mano de su madre acariciaba con cariño las sábanas justo en el lugar en donde estaba su cabeza -Te conozco desde siempre cielo, cuando duermes respiras tan lento y corto que pensábamos que algún día no despertarías- Narcisa sonrió recordando sus días de madre primeriza en donde se quedaba desvelada observando a su pequeño hijo dormir, la mayoría de las veces hasta tenía a un medimago al lado por las respiraciones de su pequeño- Ven, ya han pasado muchos días cariño por favor, si no quieres salir esta bien, pero al menos hablame ¿Si?- Tras dudar unos segundos asintió.- Bien, ¿Quieres decirme que pasó? Ya empiezo a creer que esto no es por el ataque en el partido-

-... Madre... - Aunque había comenzado a hablar, no tenía ni una pizca de idea de cómo continuar su relato. ¿Por los gemelos? ¿Por Harry? ¿Por su aguda equivocación? ¿En donde? -... No se por donde comenzar, tengo todo revuelto en mi mente-

-Bueno, siempre he creído que cuando no sabes por donde comenzar siempre puedes empezar desde el inicio- ¿Acaso eso tenía sentido? Por su parte era obvio que no lo entendía, pero seguramente su madre si lo hacía. ¿Que era desde el inicio? ¿Acaso importaba su inicio? Suponía que de alguna forma tendía que llegar ahí, aún si su inicio no importaba, ahí estaba.

-Yo... Creo que comenzó cuando te fuiste... -

¦¦¦¦-¦¦¦¦

-... Simplemente lo arruine, ellos creo que de verdad me querían y yo lo arruine- Otra vez las lágrimas cayeron por sus enrojecidas mejillas siendo secadas de inmediato por la tela de franela que tenía su madre en la mano. Con cariño le abrazó aún más fuerte contra su pecho sintiendo como toda la pesadez que había tenido guardada todos esos días ya había pasado.

Little BITCHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora