La Tragedia De Busan [NCT] EDITANDO.

01✓.

 
La estación de policía se encontraba relativamente tranquila, no había mucho que hacer y sus trabajadores iban de aquí para allá en busca de papeleos o salían en su hora de patrulla matutina.

A muchos no les gustaba trabajar el Primero de Enero, pues consideraban que era una fecha donde podían pasarlo con su familia y amigos, disfrutando de momentos únicos e inigualables haciendo buenos recuerdos.

Pero de repente, toda la paz que creían que había en la estación, se vio interrumpida cuando un grupo de personas entraron como si su vida dependiera de ello. Un Policía novato frunció su ceño al verlos tan desesperados, con lágrimas en sus ojos, facciones de preocupación y hasta temblando con notorios nervios.

— Disculpen, ¿en qué los puedo ayudar?— Sungchan, pregunta acercándose a una de las pocas parejas que había allí.

— H-hola Oficial, necesito hacer una denuncia— Una mujer de muy bonito rostro, cabello lacio y una figura cuidada, murmura con angustia—. Es sobre mi hijo.

Ni siquiera le da tiempo a Sungchan a preguntar el porqué de su denuncia cuando anuncia su motivo. El chico de cabellos claros asiente y sin más que hacer, solo puede guiarla.

— Por favor, pase en dirección hacia la izquierda y allí le tomarán todos sus datos— Sonriendo con calidez, observa a ambos y señala con decisión—. ¿Quien es el siguiente?

— Nosotras venimos con ellos— Otra mujer de un aspecto deteriorado, habla con un acento haciéndole saber que es extranjera—. Nuestros hijos son amigos del suyo, queremos notificar sus desapariciones.

Jadeos de impresión se escuchan en la sala principal, eso alerta un poco a Sungchan. ¿Cómo era posible?

— B-bien, por favor sigan a la pareja y dejen su descargo con la Oficial encargada— Les pide tragando con fuerzas—. Señora, con cuidado por favor.

Al ver como una de ellas tiembla, teme porque caiga allí mismo y no sea capaz de ayudarla en el momento justo. Pero esta hace un esfuerzo increíble para mantenerse de pie y es sujetada por la otra mujer que susurra palabras de fortaleza para ambas.

—¿Ustedes están aquí por lo mismo?— Queriendo que dijeran que «No», pregunta caso temeroso.

— Al menos nosotros, sí— Otra pareja hace presencia y Sungchan siente un mal presentimiento—. Mi hijo y sus dos amigos no volvieron a casa, no responden a nuestros llamados y nadie sabe nada de ellos desde ayer en la noche.

«Maldición» Pensó Sungchan en su interior, tragó con fuerzas y llevó sus manos hasta sus caderas y observó a todos por unos largos segundos intentando acallar las ideas que empezaban a emanar en su mente.

— Quién tenga que reportar una desaparición, venga conmigo. Si es otro caso en especial, puede esperar aquí.

Sorpresivamente los restantes se acercaron a él con necesidad, su cuerpo se vió obligado a retroceder unos cuantos centímetros y su audición captó el llanto de, mayormente, las mujeres.