Judgment

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- ¿Seguro que es por aquí? - Había cuestionado TaeHyung mientras no apartaba su vista del frente, mordiendo su labio inferior con nerviosismo ante algo que jamás había visto.

- ¡Por supuesto!, relájate un poco, cariño. - Susurré con una pequeña sonrisa mientras miraba al frente, dirigiendo una de mis manos a la pierna de mi ahora esposo, acariciando esta con suavidad. Su cálida mano se posó sobre la mía, apretando esta suavemente mientras soltaba un pequeño suspiro, asintiendo.

- Pero... ¿No estará muy lejos todo?, el pueblo, las escuelas y-

- Tae, está bien. - Detuve el auto enfrente de un gran portón negro, dirigiendo la mirada a él y su piel ligeramente bronceada, observando atentamente bajo el cristal brillante de los lentes de sol, mirando aquellos ojos grandes y rasgados que tanto me llamaban la atención y me enamoraban.

- Lo siento, es solo que estoy muy nervioso ante este ca- - Me incliné y besé sus labios algo rápido y brusco, provocando un sonido precipitante y erótico ante el repentino contacto y la ligera succión que hice sobre estos, interrumpiendo sus palabras una vez más.

- Bebé, no tienes nada del por que temer - Susurré acariciando sus mejillas con mis pulgares, sintiendo como el calor aumentaba con rapidez sobre estas, pegando mi frente a la suya mientras cerraba los ojos.

Tae soltó una pequeña risa, algo divertido mientras posaba sus manos sobre las mías una vez más, apartándose con lentitud para besar el dorso y las palmas de éstas.

Entreabrió sus labios, susurrando un dulce "te amo" en su lengua natal seguido de una pequeña risa nerviosa, provocando que jadeara ante el momento y la vista que tenía, bajando del auto a los pocos segundos.

Miré atentamente su silueta, cubierta entre grandes capas de ropa que le quedaba grande y aquella bufanda azul que subió a sus labios cerezas por el frío.

Abrió el portón, poniéndose en medio de este para alzar la vista y observar como las hojas caían de las grandes copas de los árboles producto del frío otoño, suspirando, dejando un rastro de tibio aliento que se fue perdiendo en la lejanía del tiempo.

Perdido en mi trance, no sentí cuántos minutos pasaron, ni cuándo TaeHyung había vuelto al auto, chasqueando sus dedos cerca de mí para despertarme.

Sacudí mi cabeza, sonriendo aún más volviendo a poner en marcha el carro hasta que finalmente llegamos a lo que sería ahora nuestro hogar.

-No ha pasado mucho tiempo desde la última vez que venimos para asegurarnos de la mudanza antes de nuestra boda y aún así no deja de sorprenderme lo grande que es. - Soltó unas suaves carcajadas, bajando del auto como niño pequeño para correr de un lado a otro, observando los pájaros que se posaban en las ramas de los árboles más cercanos, sacando su celular para tomarle fotos.

Bajé del auto, caminando lentamente hacia donde estaba para poder rodear su cintura con mis brazos, dejando un pequeño beso en su mejilla, posando mi barbilla con cuidado sobre su suave cabello, observando de igual manera a aquel gorrión.

- ¿Podemos tener un San Bernardo?

- ¿No es muy grande esa raza?

- Es perfecto en comparación a la casa y el gran lugar donde estamos. - Giró sutilmente, rodeando mi cuello con sus delgados brazos, mirándome con aquellos ojos y sonrisa resplandecientes.

Posé mi mano sobre su mejilla mientras la otra se aferraba a su cintura, mi pulgar iba y venía una y otra vez, besando aquellos labios una vez más.

-Está bien, tengamos un San Bernardo y un gato.

The murder of my husband || TaeJin - OneShot ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora