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San llegó al parque alegre como siempre y usando su skate. Se sentó donde solía estar con Wooyoung y esperó.

Y esperó.

Finalmente, se rindió. Al parecer el no vendría hoy. Estaba a punto de irse cuando escuchó las sirenas de una ambulancia. Siguió el sonido hallándose con no solo el mencionado, sino también con la policía avanzando a toda velocidad.

Tomó su skate y los persiguió.

- ¡Abran paso! - gritó la policía al ver a los vecinos amontonarse y entraron a una de las casas.

-¿Qué ocurrió? - oyó a una señora murmurar.

-Al parecer un jovencito mató a su padre - respondió otra.

San suspiró, era otro caso como el que solía ver en la tele todas las mañanas. Estuvo a punto de irse, cuando...

-¿Y cómo se llamaba?

-Es la casa de los Jung - paró en golpe - Jung Wooyoung, jamás me lo habría imaginado. Era un niño muy tímido.

Estuvo por acercarse a corroborar lo dicho cuando otra voz captó su atención.

- Qué horrible, ¿cierto? Matar a tu padre y luego matarte a ti... qué falta de amor por la vida. Una desgracia.

Reconoció en uno de los cuerpos que los hombres de blanco llevaban a su pequeño.

Y el mundo de San se detuvo.

Skαteboαrd || WooSαnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora