Camino con la capucha puesta, me detengo en un callejón y me recargo en él.
Miro al cielo, pidiendo, rogando perdón.
El tiempo no lo ha hecho más fácil, no lo ha hecho menos horrible.
Repetí mi mantra.
"Todo es por él"Me coloco la capucha y me adentro en la dirección
Colegge San Anderson.
Los chicos se apiñaban para ir a clase de un lado a otro.
Hubo una época que yo también hacia eso.Era un chico normal. Simplemente ahora soy un mounstruo.
No hago cosas normales.
No soy normal.Y nunca volveré a serlo.
Camino con paso decidido hasta la vaya y me cuelo sin ser visto.
Todos los chavales deben estar en clase ya.Los pasillos están silenciosos y solitarios.
Saco una fotografía de mi encargo y contemplo al hombre.
Por el pasillo se escucha una melodía de alguien silbando con despreocupación.
El él.
No me gusta hacer las cosas difíciles, ni lentas, lo lento, es más difícil.
Apenas pasan unos segundos.
La mirada de clemencia del hombre.
El sonido del disparo.
El cuerpo cayendo al suelo creando un charco alrededor.Pero lo que nunca esperaba, era ver los ojos con horror de Kayla mientras se lleva una mano a la boca para sofocar un grito de terror.
No me podía quedar para ver más.
Era suficiente.
La dejé allí parada, mirandome con horror mientras me alejaba a toda prisa.
Pronto llegaría la policía, tenía que salir de allí.
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CONDENA COMPARTIDA
RomanceEra la tercera vez que la detenían y para Kayla Parker el tiempo se ha acabado. No más días de libertad junto a sus padres. Ahora deberá empezar de nuevo en otro estado bajo la tutela judicial de su madrina. Lo que nunca imaginó es que ya había otro...