CAPITULO II

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 Al poco tiempo de morir papá, la señora Inessa se hizo cargo de mí. Ella de alguna forma estuvo también en la guerra pero como enfermera y allí conoció a mi papá. 

Al finalizar dicha guerra se casó con el señor Sergey, quien murió de un infarto años después y le heredó a ella y a sus hijas una enorme fortuna. 

La señora Inessa era una persona muy sencilla. Ella siempre me trató como a una hija. Sus hijas eran muy diferentes a ella y entre si. 

Rika, una rubia robusta y alta de profundos ojos grises, era una niña malhumorada, malcriada y antipática, de mi misma edad. A cada minuto me recordaba que era una snob, es decir, una recogida. 

Elena en cambio era una chica introvertida, dulce y delicada. De ojos verdes grisáceos y cabello rojizo ensortijado. Muy pocas veces habló conmigo, pero siempre tenía una sonrisa para mí.

Prohibido. Cuando se siente lo que no se debe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora