CAPITULO V

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Finalicé el servicio militar y volví a casa. Extrañamente me moría por verla. Aunque fingí no darle importancia a aquel beso, pensé mucho en ello en esos dos años. 

Repasaba la escena una y otra vez, tratando de encontrarle una explicación lógica. Nada. Talves le estaba dando demasiadas vueltas, ella era una adolescente aún, frágil. Quizás solo quiso agradecerme por haberla consolado. Imagino que en este tiempo habrá madurado.

Lena era una chica tímida, encerrada en si misma...No solía expresar sus sentimientos, no solía hablar con nadie... Cuando llegué todo había cambiado. Rika se volvió hippie en la universidad, iba por el cuarto semestre. Su cabello tenía un tono verdoso. Su hermana menor en cambio iba por el segundo. Conservaba el mismo estilo. La señora Inessa me recibió con mucho cariño.

- Lena te ha extrañado mucho... - me comentó - sabes que no se lleva muy bien con su hermana y no confía en las personas. Sin embargo te quiere mucho, aunque no te diga ni te lo demuestre...

- yo también la quiero mucho – asenté.

Me senté en la sala a tomarme un jugo mientras seguíamos conversando. Lena llegó y me miró fijamente. Me levanté, le extendí mis brazos y se me lanzó encima. ¡Me alegró tanto verla! Y no me quedó duda de que ella se emocionó al verme. 

Me llevó a mi cuarto y nos sentamos sobre la cama. Elogió mi nuevo look (decidí cambiar mi cabello rubio por un discreto negro, también decidí cortarlo un poco), me pidió que le hablara del servicio militar y como me había ido. A mitad de la historia me interrumpió para preguntarme:

- Yulia, ¿Te hice falta estos dos años?

La miré dulcemente y sonreí. - te extrañe mucho - le respondí esquiva - y también estar en casa otra vez.

Me miró fijamente a los ojos y se acercó a mí. – "¿Por qué me mira de esa forma?" me dije a mí misma. No hubo respuesta. Sin mediar palabra me besó con desesperación. Sentí que consumía mi aire. 

Al terminar me echó los brazos al cuello. Ni me dió tiempo a formularme una pregunta, sólo me dijo que me amaba. Y yo pensé que lo que estaba era confundida. - Dios oh, no. ¿Qué voy a hacer ahora con semejante revelación? - pensé.

Le dije, tratando de acomodar todo - Lena, cariño creo que estás confundiendo las cosas. Dices amarme porque me quieres mucho pero no es lo mismo. Eres muy joven aún, necesitas conocer más chicos y salir con ellos...-

Se separó de mí enseguida, me miró con reprobación.

- Yo sé que sientes lo mismo y cuando quieras decírmelo, espero no sea muy tarde - me dijo molesta antes de salir de la habitación.

Esas palabras quedaron grabadas en mi memoria.

Prohibido. Cuando se siente lo que no se debe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora