° 04 °

4.5K 534 76
                                    

˗ˋˏ 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 4 ˎˊ˗

˗ˋˏ 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 4 ˎˊ˗

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

・.━━━━━━━ 🌺 ━━━━━━━.・

Necesito que me hagas un favor.

Tobio tuvo que levantar a Hinata del piso y dejarlo en la cama, en donde se había quedado sollozando y gimiendo bajito por el dolor.

Al caerse hizo demasiada presión con la mandíbula, lo que generó que su herida doliera.

Kageyama buscó por todo el departamento algún analgésico y cuando no lo encontró tuvo que pedir ayuda a Yamaguchi por teléfono para que fuera a la farmacia y comprara un Panadol para Hinata.

—Muchas gracias, te paso la dirección por mensaje, nos vemos.

Colgó y mandó la ubicación del hogar en dónde se encontraba.

Caminó hacia la cama y se sentó al lado de él, que aún se quejaba quedito, acarició su cabello y se quedó mirándolo en silencio.

Al percatarse de que comenzaba a oscurecer y a hacer más frio, le cambió las calcetas que ya estaban frías y le puso un pantalón holgado verde militar de algodón.

Notó que había una pequeña herida en el puente de su nariz por el golpe, asi que la cubrió con una bandita.

‘Si le duele, es porque el efecto de la anestesia ya está pasando’, pensó cuando lo volvía a recostar en la cama.

No sabía si se sentía feliz o triste por eso.

Le atraía la idea de que su lindo, curioso y tonto novio volviera a actuar como siempre, pero no le gustaba para nada si eso implicaba que sintiera dolor.

Diez minutos luego Yamaguchi llegó con la bolsita de la farmacia y las tabletas de pastillas, acompañado de un burlón Tsukishima.

—Así que ¿un Solfín?

—Sí... estaba nadando en el cielo, y brillaba muchoo, incluso más que el sol Yams.

—Y ¿por qué se llama “Solfín” exactamente?

—Porque es un delfín de nube que brilla más que el sol —expresó Shoyo, como si aquello fuera la cosa más obvia del mundo.

Yamaguchi hablaba con Hinata, al que ya le habían hecho efecto los medicamentos. Los dos estaban sentados en el sofá de la sala.

Tsukishima estaba en la cocina con Kageyama.

El de mayor altura entre todos se reía por la forma en que actuaba Shoyo, estaba lagrimeando de la risa cuando recibió un codazo por parte de Kageyama para que se callara.

—No te burles, jirafa descolorida —Tobio lo fulminó con la mirada, pero eso a Tsukishima no podía importarle menos.

—Lo que me pide es imposible su majestad —contestó en tono burlesco y se volvió a destornillar de risa cuando Hinata intentó sacarse los pantalones, cosa que no pasó, solo porque un desesperado Yamaguchi le sostenía las muñecas para detenerlo.

Kageyama volteó y negó con la cabeza, subió corriendo las escaleras, encontró lo que buscaba, bajó y desde el barandal le lanzó las manoplas a Yamaguchi.

—Pónselas, por favor —indicó y se encaminó a la cocina nuevamente para preparar la cena.

El de pecas asintió y con el mayor esfuerzo y cuidado posible le puso los guantes a Hinata. El pelirrojo se quedó mirando las prendas amarillas con puntitos blancos en sus manos y permaneció tranquilo por un rato con eso.

—Yo no pienso ayudarte.

—Jódete Tsukishima —dijo y reafirmó cuando le levantó el dedo del medio al pasar por su costado.

El de lentes se rio y salió de la cocina, para hacerle compañía a Yamaguchi y de paso llevar a cabo algo que quiso hacer desde que se enteró de la situación de Hinata.

・.━━━━━━━ 🌺 ━━━━━━━.・

Kageyama regresó a la sala tras pasados 15 minutos. Preparó sándwiches de jamón y queso para todos, aunque se vio tentado de no darle nada a Tsukishima, e hizo para Hinata una compota de manzana con canela y azúcar.

Sus dos invitados se fueron alrededor de las 9:30 pm y entonces ellos dos volvieron a quedarse solos. Se le hizo rara la forma en que Tsukishima se reía cuando se fue, pero no le dio mucha importancia porque estaba concentrado en cuidar de Hinata.

Se quedó viendo tele con él un rato más hasta las diez de la noche, cuando consideró que ya era hora de que descansaran hasta el día siguiente. Usualmente solía acostarse más tarde o incluso madrugar los fines de semana, pero ese día había resultado excepcionalmente agotador, así que no se quejaría por tener unas buenas horas de sueño reparador.

Lo cargó (al estilo nupcial) una última vez en ese día, cosa que se le hizo fácil porque Hinata ya estaba medio dormido en el sofá, subió con él hasta el segundo piso y le puso uno de los suéteres, con diseños coloridos, que encontró en el armario.

Lo recostó suave boca arriba, prestando atención de que el pelirrojo no pusiera el peso de su cabeza sobre la zona de la extracción y lo tapó con una manta azul.

Salió de la habitación para asearse un poco, fue al baño, se lavó las manos, se cepilló los dientes, cosa que tendría que recordarle hacer con cuidado a Hinata una vez pasaran las 24 horas recomendadas por la doctora y apagó todas las luces de abajo.

Al subir apagó la luz del pasillo de arriba y finalmente regresó a la habitación de Shoyo, presionó el interruptor para dar paso a la oscuridad de la noche y haciéndose un espacio en la cama se acostó a su lado.

El sosiego de estar al lado de la persona que el mismo había proclamado como su persona especial era increíble, además Hinata dormía lindo desde su perspectiva, no roncaba ni se movía mucho y para rematar olía rico. Desprendía una inusual mezcla de olor a vainilla y manzana, que no podía explicar cómo o porqué olía asi, pero no se quejaba porque le encantaba. La única excepción sería la baba que a veces derramaba, pero podía vivir con eso.

Tomó su mano por debajo de la manta, le susurró sonriendo un:

❝Buenas noches mandarina parlante❞

Y se quedó dormido.

・.━━━━━━━ 🌺 ━━━━━━━.・

Anesthesia Madness - KagehinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora