𝐈

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-El día terminó ya estoy cansado- Diría Komaeda tirandose a la cama un tanto agitado pues el chico habría estado corriendo desde su trabajo a su casa, pues su trabajo no quedaba muy cerca y en su trabajo no pasaba locomoción que pudiera llevarlo de vuelta, así que todos los días iba caminando a pie desde muy temprana hora para llegar justo, pues Komaeda se tomaba bastante en serio el tema de su futuro.

Sin nada más se envolvió en sus sabanas y cerrando las cortinas para comenzar a 'reflexionar' un poco.
-Hola ¿A mi mente?-.
-¿Komaeda? ¿Tú de nuevo? ¿Pasó algo nuevo en tu trabajo?-.
Era irónico escuchar voces en su cabeza un tanto raras cada vez que hablaba con si mismo ¿Era esquizofrenico? No... No podria ser eso, de ser así ya estaria diagnosticado desde hace tiempo, aunque claro sus padres no alcanzaron a notar algún extraño comportamiento en él y él tampoco solia preocuparse mucho por si mismo.
-¿Komaeda? ¿Sigues ahí?-. El chico asintió.
-¿De qué quieres hablar hoy? ¿Es el chico nuevo en el lugar de trabajo?-.
- Si... Creo-.
-Cuentame ¿Volviste a tocarte por verlo?-.
-No... Yo uh..-.
¿Qué demonios era lo que pasaba? Komaeda no podia negar el hecho de sentir excitación al ver tal chico de pelo largo y mirada serena, últimamente no ha podido quitar sus ojos de encima, y tampoco es como si quisiera hacerlo, Komaeda tenía una rara obseción con él, tanta era que lleva días en como descubrir donde vive.
-¿Entonces? ¿Qué pasó con el chico?-.
-Él... Él no es normal-.
-Nadie es normal Komaeda, creo que yo la habiamos dejado claro, todo el mundo es raro-.
-No me refiero a eso, él tiene un extraña aura cuando lo miro, es como si... Estuviera hechizado o algo así-.
-Estás alucinando, no existe tal cosa como el aura.-

Komaeda volvería a quedarse en silencio ¿Cómo podria estar tan seguro que tal chico no tenia un aura extraña? Después de todo no podía confiar ni en si mismo, estaba hablando con sus pensamientos y era realmente extraño.
-Mejor hablamos otro día ¿Sí?-.
El peliblanco soltaría las sabanas cayendo en el piso, se levantó de su cama y se dirigió a la cocina, miraria de reojo los cuchillos de plastico que estaban lejos pues ya el chico habría tenido varios accidentes con cuchillos normales que él realmente desconoce.
Sin nada más abriría el refrigerador y sacaria la ensalada que tenía preparada para hoy, al acercarse a los muebles para sacar los servicios un fuerte ruido inundaria la casa, se escuchaba desde la puerta de la cocina que daba hacia el patio, Komaeda al mirar por la ventana se daría cuenta que su compañero de trabajo se habia metido en su casa, seguro era porque el chico no habria llegado a su casa y como el clima era un tanto frío y caían unas cuantas gotas decidió colarse para que Komaeda lo acogiera.

El chico estaba atónito, los servicios cayeron al piso y él comenzó a jadear y suspirar desesperadamente, era dificil de creer la forma en la que solo ver a su compañero de trabajo él se excitaba y se calentaba a más no poder, sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz del pelinegro.

- Komaeda, hace frío aquí afuera, dejame entrar.-
- ¡S-Si! Solo dame un momento-.

El chico un tanto desesperado recogió el desastre que había dejado en el piso, abriría la puerta y se encontraría con tal chico pelinegro, sus nervios estaban aumentando cada vez más al estar cerca de él.
- Pasa por favor, sientete como en tu casa-
- Gracias.-
El pelinegro entraria y se acomodaria en el sofá de dicha casa, miraria de reojo cada parte de esta y luego su mirada caería en Komaeda, el que su compañero lo mirara tanto lo ponía mucho más nervioso, Komaeda sentía que estaba a punto de explotar sus pensamientos sexuales se hacían presentes cada vez más.

- Uhm ¿Qué te trae por aquí? Uh...-
- Izuru, me llamo Izuru.-
- ¡Izuru eso!- Se sorprenderia un poco al ver que Izuru sabía exactamente que no sabia su nombre.
- Estoy acá por el frío, no llegue a mi casa a tiempo, sabia que vivías aquí asi que no dudé en pasar.-
- Oh, no hay problema puedes venir... C-Cuando quieras.-

Izuru notaría el gran nerviosismo de Komaeda al sentir su presencia, sin emitir algún sonido tomaria las manos de Komaeda y lo acercaria a él chocando sus cuerpos y sus rostros quedando a unos cuantos centimetros.

- Izuru- -
- ¿Cuáles son tus pensamientos Komaeda?-
- ¿Q-Qué? -
- Deseas tenerme en tu cama ¿No es así? -

El peliblanco quedaría mucho más sorprendido, su nerviosismo estaba aumentando estaba completamente seguro que se veía como un tomate en ese momento, podia sentir el cuerpo de Izuru rozarse con el de él, Komaeda ya había caído rendido en el supuesto pecado y la lujuria del momento.

- Voy a hacerte mío, Komaeda.-
Escucharia el peliblanco antes de despertarse y darse cuenta del sueño que había tenido el chico, sus pantalones estaban mojados y pegajosos, no llegaban a ser ni las 5 am y aún no era hora de ir a su trabajo, se levantó de su cama y fue al baño, limpiando todo el desastre que había dejado con sus fluidos por toda la cama y la pared.
-Soy un pecador, Izuru...-

























MUEJEJEJEJE, estaba haciendo esto mientras estaba en clases hola, bueno realmente no sé q poner acá pero bueno esta wea es puro relleno, en fin buen día homosexuales

MUEJEJEJEJE, estaba haciendo esto mientras estaba en clases hola, bueno realmente no sé q poner acá pero bueno esta wea es puro relleno, en fin buen día homosexuales

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𝐒𝐢𝐧𝐧𝐞𝐫. [𝐊𝐚𝐦𝐮𝐊𝐨𝐦𝐚] NSFWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora