Capítulo V

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Paul no creo que hacer esto es correcto—manifesté indeciso si pasar hacia el otro lado—

Bueno pues me voy, saluda de mi parte al fantasma que merodea por aquí— respondió y avanzó algunos pasos alejándose de mi alcance visual.

Vale, vale espérame— contesté y al instante crucé aquel hueco que era escondido por arbustos.

Llevábamos diversos minutos caminando en silencio, la escuela iba desvaneciéndose en la distancia, pese a esto él se veía confiado como si ese camino ya le era bastante conocido. Unos pasos más fueron suficientes para que se escuchara música y voces.

Todo aquello provenía de unos viejos contenedores cerca de una línea de tren abandonada, había una gran multitud de chicos con bebidas paseándose tranquilamente por el lugar.

¿Pero qué demonios?— me pregunté boquiabierto examinando el sitio por segunda vez.

Toma— apareció Paul con dos botellas en su mano ofreciéndome una—

¿Qué es todo esto? ¿Por qué me trajiste aquí?— le reclamé sin entender el por qué todos estaban aquí, si el Director se entera tendré miles de problemas.

No seas tan dramático chorizo, no estamos haciendo nada malo— se excusó bebiendo un poco del contenido de una de las botellas.

Ignorando su respuesta volví a preguntar.

¿Qué es esto? Si se entera de esto el presidente o el Director estaremos en serios problemas.— manifesté a lo que él solo soltó una risa.

Tranquilo Jonathan es solo tu fiesta de bienvenida, y no, no doy un soplón— habló un voz que mis espaldas abrazándome amistosamente por los hombros, pude reconocer su voz.

Presidente Daniel— la sorpresa era obvia en mi tono— De todos los estudiantes eras  el único en el cual pensé que no participaría en esta cosa.

Nosotros también mencionamos divertirnos, ¿no?— expresó sin dejar de sonreír—

Supongo que si— le respondí aún no muy seguro—

El tiempo pasaba y con él la sobriedad de todos los presentes excepto yo. El alcohol no era lo mío, una botella y fue suficiente para asquearme y no volver a beber más. Sin embargo berrinchitos no creía en nada, no había parado desde que llegamos. Faltaba poco para haberse bebido unas...que se yo, 12 botellas, se veía muy relajado y feliz. Y con eso me refiero a que en este momento él y Daniel estaban en medio de un círculo bailando con mucha aproximación, vaya que sí causa efectos el alcohol.

(...)

1:00 a.m

La fiesta había acabado y todos caminábamos por los pasillos arrastrando nuestros pies. El cansancio era evidente en mí, y el peso muerto que traía a rastras no ayudaba en nada.

Paul se quejaba tratando de soltarse de mi agarre. Disminuí el agarre de mis brazos y lo dejé con su propia estabilidad, dio dos pasos en falso y se tambaleó. Lo sostuve de nuevo. No se volvió a quejar y seguimos caminando por los pasillos hacia el bloque.

Mi tronco es tan duro como la corteza de un roble— expuso de la nada. Mi mirada calló de inmediato entre sus pantalones y un pensamiento raro cruzó por mi cabeza— No necesito que me ayudes, yo puedo solo.

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⏰ Última actualización: Jul 25, 2022 ⏰

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