¿Maldad?

Capítulo 27

Lucifer tardó unos meses en darse cuenta de que amaba a Ella, y luego fue aún más un paquete de energía nerviosa de lo habitual mientras trataba de averiguar qué hacer al respecto. Quería estar con ella, pero tenía miedo. Pasó mucho tiempo con la Dra. Linda tratando de aceptar eso y dejar atrás su miedo y había pasado casi un año desde el peor día de su vida cuando finalmente sintió que estaba listo. Ahora solo necesitaba la oportunidad. Se saltó el primero desde que estaba borracha. No lo quería así, y no solo porque podría perder cualquier oportunidad en el futuro. Pasaron unos días antes de que llegara el siguiente.

Estaban holgazaneando en el ático como solían hacerlo al menos una noche a la semana cuando la discusión volvió a su llegada a la Tierra esta vez y él estaba contando toda la larga historia. “Así que ahí me está agradeciendo por mi ayuda y simplemente menciona casualmente lo malvada que soy. Como si estuviera discutiendo una lista de compras. Como si no fuera nada. Como si solo esperara que esté de acuerdo porque cómo no podría hacerlo ".

Ella extendió una mano hacia su mejilla para girar su rostro y mirarla. “Lucifer, cualquiera que te conozca sabe que no eres malvado. No podrías serlo. Eres demasiado bueno ”, le dijo con seriedad.

Cuando la miró a los ojos y vio toda la compasión allí, estaba perdido. Sabía que esta era su oportunidad. Su corazón se sentía como si estuviera latiendo fuera de su pecho cuando sus ojos se dirigieron hacia sus labios por un momento antes de regresar a sus ojos. Se sintió como una eternidad que estuvo sentado allí con el pulso rugiendo en su cabeza mientras trataba de recuperar el valor, pero solo había sido un segundo. Se inclinó hacia adelante y presionó sus labios contra los de ella y le robó cada aliento de su cuerpo. Levantó la mano a su mejilla mientras la besaba suave y lentamente y cuando ella le devolvió el beso, sintió como si estuviera flotando. Cuando terminó, apoyó su frente contra la de ella, respirando con dificultad y sus respiraciones se mezclaron entre ellos por un momento antes de que ella se recostara. "E-Eso no fue un ... y un beso de 'quiero dormir contigo', ¿verdad?" Tartamudeó.

"No", susurró, mientras abría los ojos para mirarla, sintiendo que el miedo comenzaba a brotar en él de nuevo mientras sus ojos parecían casi aterrorizados.

"Fue ... fue más que ... ¿no?" volvió a hacer esencialmente la misma pregunta.

"Sí", le dijo, rogándole con los ojos que no se fuera. No hacerle daño. No romperle el corazón. No otra vez.

Cada fibra del ser de Ella le gritaba que corriera, pero se obligó a no hacerlo. Todavía no. Sabía que no sería capaz de detenerlo por mucho tiempo, pero si corría ahora, sin ninguna explicación, entonces podría perder esto para siempre y no estaba dispuesta a rendirse todavía. De todos modos, podría perderlo para siempre, pero al menos si pudiera decir algo ... cualquier cosa ... podría tener una oportunidad. "No sé si puedo ... puedo hacer esto ... estoy ... tengo miedo".

Lucifer suspiró tristemente y miró hacia otro lado para que ella no viera las lágrimas en sus ojos. "Porque soy el diablo".

"¡No!" dijo casi histéricamente. No podía permitirle creer eso. Ni siquiera por un minuto. “No tiene nada que ver con quién eres. Soy ... soy yo ... yo solo ... tengo que irme ... ”ella comenzó a levantarse para correr, pero él la agarró de la mano para detenerla, lo que solo hizo que su pánico empeorara.

"¿Solo respóndeme una pregunta primero?" prácticamente suplicó. "¿Tienes algún sentimiento por mí?" No podía forzar ninguna palabra de su garganta en este momento, pero se las arregló para asentir para que él la dejara ir. Una vez que estuvo en el ascensor, se dejó caer en el sofá y finalmente dejó que las lágrimas cayeran. Había estado tan cerca. Tan cerca de tenerlo todo.

Se secó las lágrimas traidoras incluso mientras más ocupaban su lugar y daba vueltas en su cabeza a cada momento buscando su error. Tratando de averiguar dónde se equivocó. Solo su respuesta a su última pregunta le dio una pizca de esperanza de que tal vez no todo estaba perdido. Quizás si tuviera paciencia. O debería luchar por ella. Simplemente no lo sabía. Si eligió mal… necesitaba ayuda.

Bajó corriendo las escaleras y se dirigió a su coche, conduciendo tan rápido como pudo hacia la casa de Linda. Cuando llegó allí, llamó a la puerta y siguió golpeando hasta que se abrió. "¿Lucifer? ¿Qué ocurre?" Linda preguntó preocupada.

"Lo arruiné. Al menos creo que lo hice. No lo sé ”, dijo mientras entraba y se dejaba caer en su sofá.

"Okey. Dime todo desde el principio ”, dijo mientras se sentaba a su lado, tomando su mano temblorosa entre las suyas.

Comenzó desde el principio como ella había dicho. Desde la conversación hasta que el ascensor se cerró detrás de ella. “No sé qué debería hacer. ¿Debería darle espacio? ¿Debería hablar con ella? ¿Dile que esperaré? ¿Debería luchar por ella?

"No hay una respuesta fácil aquí, Lucifer", le dijo Linda con simpatía. “No soy ella, y no sé qué la hizo reaccionar de esa manera, así que no puedo decirte lo que necesita. Todo lo que puedo hacer es preguntarte qué / tú / quieres hacer ".

"Cualquier cosa. Cueste lo que cueste, ”dijo Lucifer sin reservas. Supo en el momento en que sus labios se encontraron que haría absolutamente cualquier cosa por ella. Si ella quería que él peleara, él lucharía hasta su último aliento. Si necesitaba tiempo, él le daría la eternidad. Antes había pensado que amaba a Chloe, pero comparar eso con lo que sentía por Ella era como comparar una gota con el océano.

"Eso no es particularmente útil en este caso", dijo con suavidad.

"Sólo dime qué hacer, Linda", dijo lastimeramente.

"Te dije…"

“No le estoy preguntando a mi terapeuta aquí. Le pregunto a mi / amigo /. Si fueras yo, en esta situación, ¿qué harías? "

Este fue uno de los muchos dilemas en la vida de Linda desde que tomó al diablo como paciente. Esa línea entre paciente y amiga se difuminaba cada vez más y nunca supo qué camino tomar. Normalmente en esta situación ella lo referiría a otro terapeuta y simplemente sería su amiga, pero no era tan simple. Ella era la única terapeuta que sabía sobre las cosas de los ángeles y los demonios, por lo que era la única que podía ayudarlo. Entonces, cuál sería esta vez. Terapeuta o amigo.

No le tomó mucho tiempo decidirse por un amigo. Estaban en su casa, no en su oficina y él estaba preguntando específicamente por su amigo. "Okey. Pero me gustaría comenzar mi consejo con la reiteración de que no sé con qué está lidiando, así que no sé qué sería lo mejor ".

"Lo entiendo. No te culparé si me estrello y me quemo ”, dijo Lucifer con impaciencia.

"Está bien, entonces dijiste que ella te devolvió el beso feliz primero". El asintió. "Entonces ella pareció aterrorizada". Asintió de nuevo. "Ella dijo que no se trataba de que tú fueras el diablo". Otro asentimiento. "Y ella dijo que tenía sentimientos por ti". Un asentimiento más. “Entonces el mejor consejo que puedo darte como amigo es que esperes unos días. Mira si ella viene a ti. Si no lo hace, tal vez piense en un gran gesto, pero no en algo que la ponga en peligro. Algo para demostrarle lo mucho que te preocupas sin ir demasiado lejos ".

Lucifer sintió que el nudo en su pecho se aflojaba ahora que tenía un plan de acción. "Okey. Espere unos días y luego gran gesto. Entiendo."

“Pero Lucifer… este gesto… necesita tener significado. Comprarle un gran regalo no será suficiente. Una cosa que debe asegurarse de recordar es que es posible que no funcione. No dé un paso más grande de lo que puede manejar si no lo hace ".

Lucifer asintió pensativamente, tratando de hacer un plan. Sabía lo que quería hacer, pero la pregunta era si podría llegar tan lejos sin garantías. Si pudiera llegar tan lejos. Sin embargo, sabía que no tenía elección. Si quería que esto funcionara, tendría que hacer todo lo posible. Si no lo hiciera, siempre se preguntaría si habría hecho una diferencia. "Gracias, Linda", dijo con sinceridad, atrayéndola en un fuerte y prolongado abrazo antes de irse.

Linda sonrió detrás de él. "Solo espero que me sigas agradeciendo después", murmuró. Realmente esperaba que ese no fuera el último abrazo que recibiría de él. No sabía si él podría soportar otra angustia.