¿Maldad?

Capítulo 26

"¿Qué estás haciendo aquí, Dromos?" Lucifer espetó, mirando a Ella como para asegurarse de que todavía estaba bien.

“Lo siento, mi señor. Sé que la posesión ha sido prohibida, pero hay una situación y te necesitamos ".

"¿Qué tipo de situación?"

“Tuvimos una redirección, mi señor. Uno que ha sido esperado durante mucho tiempo. No sabemos qué hacer con él ”, le dijo Dromos.

“Bueno, escúpelo. ¿Quién es?" Lucifer preguntó con impaciencia.

"Caín, mi señor."

"¿Caín? ¿Como en el primer asesino del mundo? ¿Cómo rompió la maldición de mi padre? Dromos lo miró confundido. "No importa. Olvídalo. Estoy seguro de que su archivo es bastante grueso ".

“Tiene muchos archivos. El que está marcado como asesinato es tan alto como mi rodilla y los otros casi tan altos ”, le informó Dromos.

"Bien bien. Alguien ha estado ocupado. No puedo regresar en este momento, así que confiaré en que se encargará de esto en mi lugar. Debe estar protegido en todo momento por al menos dos demonios además de cualquiera que esté jugando con él. Se lo mantendrá en la celda más segura que esté desocupada. Quizás la vieja celda de mi madre. Y si se escapa, Dromos, será tu cabeza.

“Pero… mi señor… ha estado de vacaciones durante tanto tiempo. Te extrañamos. Necesitamos a nuestro rey —gimió Dromos.

“¿Crees que no sé lo que estoy haciendo Dromos? ¿Crees que hago algo sin razón? ¿No confías en tu rey?

“Confío en usted, mi señor. Pero…"

"¡Pero nada!" Lucifer espetó, los ojos enrojecidos. “Tengo mis razones y no son para que usted las conozca. Regresaré cuando haya completado mis tareas aquí y no antes ”.

"Si mi señor. Lo siento, señor —se humilló Dromos—.

"Bien. Ahora, si no hay nada más, llevarás ese cuerpo al callejón más cercano y regresarás al infierno de inmediato ”, le dijo Lucifer.

“¿No puedo quedarme un rato? Nunca antes había torturado a uno vivo ".

Esta vez, el rostro de Lucifer se volvió completamente diabólico y su voz adquirió un trasfondo demoníaco. “NO pondrás una mano sobre nadie. Tienes suerte de que no te haya incinerado ya por interrogarme. Es hora de que te vayas a casa. ¡AHORA!"

"Si mi señor. De inmediato, mi señor —se inclinó antes de salir corriendo.

Lucifer no se relajó hasta que se fue y se volvió hacia Ella. "¿Estás bien? Lamento que tuvieras que ver eso ... "

"Está bien, Lucifer", dijo. “Es tu trabajo, ¿verdad? ¿Para mantener a los demonios a raya?

"Sí, pero…"

"Sin peros. Es quien eres. ¿Por qué me molestaría? Lucifer exhaló un suspiro de alivio, por lo que Ella se sintió segura para preguntar. "Sin embargo, tengo curiosidad por algunas cosas".

"Sabes que siempre estoy a tu disposición para hacer preguntas, mi querida Ella", agitó los brazos en señal de invitación y se sentó a su lado.

"¿Qué quisiste decir con tus tareas aquí?" preguntó ella con curiosidad.

"Nada en absoluto", dijo Lucifer con una sonrisa. “Bueno, nada específico de todos modos. Si les decía a los demonios que nunca volvería, se rebelarían. Si les dijera que solo quería jugar un poco más, se rebelarían. Si piensan que estoy aquí arriba haciendo importantes deberes reales de los que no están al tanto, el status quo permanece ".