KARASUNO FIGHT

Tu mirada

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[21/09/2021]

[8:45 p.m]

Pareja: TsukiHina, Au original

Contexto: Todos tienen un destino al nacer. Un efímero momento basta para que sus corazones queden enlazados. Para identificar que ya has conocido a tu alma gemela, el ojo derecho de cada persona cambia por el color de ojos de su destinado y viceversa. Sus ojos dejan vuelven a la normalidad solamente cuando contraen matrimonio, uniendo sus almas para siempre.

En casos donde la pareja muere o simplemente no se enamoran, el color de ojos regresa a la normalidad de forma opaca.

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Shoyo despertó, el blanco techo de su habitación fue lo primero que vio y al girar su cabeza a la derecha, en la esquina de la habitación vio aquel balón de voleibol que le cayó en la cabeza ayer. El día anterior Hinata regresaba a casa por la tarde como era costumbre, luego de los entrenamientos de fútbol, aunque sin querer se le hizo tarde por querer practicar pases. Pasaba por un pequeño parque que se encontraba debajo de una colina, y como iba tan metido en sus pensamientos no se dio cuenta a tiempo del balón que fue a impactar directo a su cabeza.

Sobo la zona afectada y vio al causante de su dolor, un colorido balón de voley con una peculiar media luna a un lado rodaba cerca de sus pies, giró la cabeza en todas direcciones intentando buscar al dueño de este, más no había nadie alrededor. Tomó el balón y subió la colina esperando encontrar al dueño, aunque no encontró nada decidió esperar para ver si alguien venía a buscarlo, pero luego de 10 minutos nadie apareció.

Viendo que se le hacía más tarde, emprendió el camino de regreso a casa donde su madre lo esperaba preocupada.

Y ahora, se encontraba sentado al borde de la cama observando aquel balón que le había golpeado. El niño de 8 años suspiro resignado y se apresuró a asearse para ir a la escuela, puede que en la tarde salga a buscar al dueño del balón.

Cuando salió de bañarse, fue directo al espejo de su habitación para intentar peinar su revoltoso cabello como cada día, pero al ver su reflejo abrió la boca en una perfecta O, para luego salir corriendo a donde estaba su mamá.

_ ¡MAMÁ, MAMÁ, MAMÁ, MAMÁ! _ El niño bajaba gritando y corría por las escaleras hasta la cocina.

_ ¡Shoyo, te he dicho que tengas cuidado al bajar las escaleras! _ Regaño la mujer de cabellos anaranjados _ ¡Te puedes lastimar y dejaras de ir a los entrenamientos como castigo!.

El pequeño al oír eso a la distancia, redujo la velocidad de su carrera pero no lo suficiente para no ir hacia ella rápidamente.

_ ¡CAMBIARON MAMÁ, MIS OJOS CAMBIARON YA! _ Gritaba entusiasmado.

Su madre al oír aquello, dejó de hacer el desayuno e inmediatamente tomó la cara de su niño para ver de cerca.

Y ahí estaba, el ojo derecho de Shoyo dejo de ser de color marrón como lo había sido desde que nació, para pasar a ser de un color ámbar brillante.

_ ¡Oh Shoyo, felicidades! _ La pelirroja mujer abrazó a su pequeño con lágrimas en sus ojos _ ¿Y cómo es?, tienes que contarme todo.

El niño miró a su madre con duda en su rostro, por lo que la mujer decidió explicarle.

_ Tu pareja destinada, mi amor ¿Cómo es?.

Shoyo cayó en cuenta de a qué se refería, por lo que contestó con sinceridad.