"¿Por qué tienes... cuatro pezones?" Susurró mientras la punta de su dedo delineaba sus golondrinas.
"No voy a hablar de eso en la primera noche que pasamos en casa de tus padres." Fingió molestia y se cubrió el pecho.
"Son lindos los cuatrillizos."
Harry soltó una carcajada y se cubrió la boca cuando recordó que eran las dos de la mañana y que toda la familia de Louis dormía tranquilamente. Louis por su parte había bebido un poco mas de champaña en su pequeña fiesta de bienvenida y estaba muy despierto.
Habían llegado hace unas horas y la fiesta los tomó por sorpresa, sólo eran los padres de Louis y sus hermanos porque Jay no quería invadir su privacidad pero había horneado un pastel y había hecho una cena exquisita, habían hablado de todo y luego habían sacado la botella y cuando menos lo pensó Louis estaba siendo increíblemente ruidoso y torpe.
"Duerme." Harry le acarició la espalda pero lo sintió negar. "¿No tienes sueño?"
"Quiero verte." Louis seguía susurrando cuando se sentó sobre su estómago. "Eres precioso."
Harry sonrió halagado y le besó los nudillos antes de intentar volver a meterlo en la cama pero Louis era pequeño y escurridizo y no lo logró.
"Quiero... tus bebés." Louis hipó y se tocó la barriga. "Con tus bonitos rizos y tus ojos morados."
"No tengo ojos morados." Harry rio bajito y le acarició la cintura con sus pulgares.
"Quise decir morados." Louis frunció el ceño. "¡No! No morados, ¡morados!"
"Verdes." Susurró y Louis asintió acercándose a su rostro.
"Verdes." Dijo lentamente y se enderezó con una enorme sonrisa.
"No quiero imaginarme como te pones con tragos fuertes." El rizado sonrió de lado. "Es hora de dormir saltamontes." Logró tomarlo de la cintura cuando Louis quiso saltar al suelo.
"Mitch y yo tenemos un secreto" Louis le tapó la boca y sus ojos comenzaron a cerrarse. "No le digas a Harry porque es muy celoso, me gusta que se ponga celoso porque me folla du..."
"Okay, a dormir." Harry giró hasta que Louis estuvo bajo su cuerpo con los ojos somnolientos y una sonrisa traviesa. "Descansa Lou."
"Descansa Hazz." Los ojos de Louis brillaban y le enviaban calidez hasta el centro de su alma. "Te adoro, te adoré desde el momento en que te vi."
"¿Lo hiciste?" Preguntó Harry besando la punta de su nariz, Louis asintió y sus labios buscaron un beso. "También me pasó, era tan obvio."
"Lo eras." Louis rio bajito y le pasó los dedos por las cejas con el rostro concentrado, al parecer el sueño se le había ido tan pronto como le había llegado. "No me gustaba verte con nadie, con nadie que no fuera yo." Susurró y soltó una risa.
"¿Qué es tan gracioso?" Harry se acomodó con el codo enterrado en la almohada al lado de la cabeza de Louis mientras su mano sostenía su barbilla.
"Siempre fuiste mío." El castaño tocó sus labios con la punta de sus dedos.
"Mhm, siempre." Harry susurró inclinándose para besarlo con suavidad. "Duerme."
"Duerme." Y fue lo último que Louis dijo antes de caer rendido. Harry sonrió y se acomodó a su lado atrayéndolo a su cuerpo, Louis enterró su cabeza en su pecho y Harry pasó una de sus piernas por encima de su cadera.
Se quedó dormido trazando figuras en la espalda de su novio.
—☼—