Assistant

uno

Harry despertó y la primera persona que le vino a la cabeza fue él, se sentía ridículo cada que estaba cerca y eso era siempre porque siempre estaba con él.

Ni siquiera sabía cómo pasó, Ben había llevado a tres chicos para el puesto y cuando lo vio el mundo se detuvo. Louis era alguien diferente, Louis lo trataba como una persona normal y no estaba buscando todo el tiempo una cita, Louis no buscaba coquetear con él cuando estaban solos.

Y luego Louis comenzó a cortarle el desayuno y a llevarle té sin preguntarle antes porque eso hacía él, Louis comenzó a pasarle los dedos por los rizos cuando le caían por la frente sin avisarle, Louis le pasaba la mano por la cintura cuando entraban a un lugar porque siempre dejaba que él pasara primero.

Louis lo invitaba a su apartamento cuando se sentía cansando de ser una estrella, le decía que así sería vivir como los mortales con una sonrisa preciosa que poco a poco le quitaba cada aliento.

Louis era su amigo e iba a preferir tenerlo como amigo a que se fuera porque Harry no se atrevía a salir, porque nunca iban a dejarlo salir.

Estaba secándose el cabello cuando la puerta sonó y sonrió porque sabía quien era, la única persona que conocía de su pequeño lugar para relajarse aquellos días donde era descansaba.

"Hey." Saludo Louis cuando le abrió entrando entre quejidos por el frío. "¿Pudiste haber elegido un lugar más sombrío y aterrado que este?" El asistente dejó una bolsa sobre la mesa bufando.

"Es lindo." Harry se encogió de hombros viéndolo de arriba abajo mientras Louis revisaba su celular. Estaba encantador como de costumbre; vestía un pants negro con un suéter el triple de grande de su talla y sus tenis con plataforma porque era diminuto.

Era gracioso porque Louis sólo usaba ese estilo de ropa a comparación con él y su forma de vestir, totalmente opuestos.

"Te traje el desayuno." Louis lo sacó de su trance, Harry sonrió. "Sé que es tu día libre pero tenemos que hacerlo, el photoshoot para tu portada es mañana y además es para una buena causa."

Harry suspiró sentándose en la silla mientras Louis buscaba en la pequeña cocina un plato para servir su croissant.

"¿Cómo sabías que no he desayunado?" Preguntó cuando puso la comida frente a él. Louis le guiñó haciendo que su corazón se acelerara.

El silencio inundó el lugar, Louis estaba sentado frente a él mientras revisaba su celular tecleando mensajes refunfuñando a lo bajo. Harry masticaba su desayuno intentando con todas sus fuerzas no verlo como un acosador.

"Lou." Dijo después de un rato, saboreando el dulce apodo de su asistente.

"Dime." Louis bloqueó su teléfono y le sonrió.

"¿Escuchas mis canciones?"

"Por supuesto que lo hago Harry, trabajo contigo."

"No, me refiero a que si las escuchas cuando estás solo en casa y quieres relajarte y escuchar algo agradable." Bajó la mirada con timidez jugando con sus anillos.

"Claro que lo hago, tus canciones son maravillosas y estoy feliz de ser una de las personas que puede escucharlas antes, me robé tu disco pasado de la oficina de Ben." Louis alzó el mentón orgulloso de su hazaña.

Harry asintió mientras una enorme sonrisa aparecía en su rostro, podía sentir su cara sonrojarse y bebió de su café para disimular.

Pero Louis lo notó.

—☼—

"¿Estás seguro que sabes?"

"No."