Una chica misteriosa, nadie sabe nada de ella y llega a la vida de los vengadores de una manera muy inesperada.
convirtiéndose en una aliada para los vengadores, tienen que enfrentarse a una nueva amenaza, pero parece que ellos tienen una extraña e...
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Nessa:
—Sueltame—Masculle con los ojos cerrados pero Loki no obedeció y si soy sincera, no quería que lo hiciera.—Loki— Me gire hacia el sin que el quitara su mano de mi cadera. Mire sus labios y después a esos verdes tan claros.
—No me quieres lejos.
—Tampoco cerca.
—Eres muy rara ¿lo sabías?—No dije nada y solté el contacto visual.— ¿por qué me salvas si no quieres que este contigo? ¿Por qué devuelves mis recuerdos? ¿Por qué tu plan de vida de pronto se convirtió en el mío y lo dejaste por que ya no te dieron ganas?
—Te dije que te callaras.—Volvi a mirarlo a los ojos sin molestia.
—Callame.
—Eso te encantaría, ¿no es así?—El me sonrió cínicamente.
Finalmente le sonreí, acomode su mano de mi cadera a la cintura y me acerqué más a él, acurrucandome en su pecho. Sentí su mentón sobre mi cabeza y me aapreto a él.
—¡¿Saben qué?! ¡mejor no se queden juntos no quiero e...—Roan abrio la puerta y se quedo boquiabierto.—O los puedo dejar solos, es una opción.—Rode los ojos, me alejé de Loki y el me miró desconcertado. Me levante y fui a la puerta donde Roan.
—¿Tan fácil creíste que iba a ser?—Dije burlonamente y Loki sonrió. Realmente pude haberme dejado llevar esta noche sino fuera porque Roan hubiera interrumpido.— Descansa.
Salí de la habitación y fui a la de Roan, había un sillón en su habitación y me quedé en el.
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—Te estas ablandando—Me desperté y pude ver a Roan sentado a un lado mío en lo que quedaba del sofá.
—Roan.
—Es la verdad. Ese hombre te hace mal—Alze la ceja—me refiero a muy bien. Eso creo—Bufé—¡Pero en cuanto te lastime!...
—Roan.
—Bien. Me callo.
—No, no es eso.—Me sente y me acomode a la orilla del sofá— Si estamos juntos nos haremos más daño, no estamos destinados, por mas cursi que suene.
—Es que son algo parecidos, chocan demasiado y son muy tóxicos.
—Gracias.—Me sonrío.— ¿Quieres desayunar?—Asenti con la cabeza.
Fuimos a la pequeña cocina y comenzamos a hacer el desayuno, más bien Roan lo hacía. Yo cocinaba y lo hacia bien, además me gustaba pero cuando vine a vivir con Roan, me he acostumbrado a que el cocine.
