Parte IX

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Seokjin acarició suavemente la cabellera de Jungkook con mucha ternura, no importaba que éste lo superara en altura, seguía siendo un pequeño niño, pero en ese momento los dos, se encontraban completamente desnudos, sentados al pie de la cama.  

—¿Hyung puedo besarte? —preguntó el más joven, llevando sus manos a los muslos de Jin, acariciando la suave piel.  

—Supongo que sí. —Seokjin cerró los ojos y sintió el contacto de los labios del menor contra los suyos, sus pequeños labios eran suaves y se sentían como seda. 

Jungkook se apartó y sacó su lengua delineando los abultados y deliciosos labios de su hyung.  

—Abre hyung, por favor. —pidió y Seokjin obedeció nervioso, entonces el jovencito metió su lengua en la boca del mayor, saboreando todo a su paso, moviéndose inexperto y de forma desesperada, cuando se separó dejó un hilo de saliva. —Hyung… —fue lo único que susurró y se deslizó hacia abajo, hasta que su rostro quedo demasiado cerca de la erección del mayor.  

Jeongguk tenía la mirada brillante, las mejillas sonrosadas, su cabello revuelto, sus ojos de ciervo clavados en el miembro del castaño que se alzaba duro y grueso sobre su pelvis. 

—¿Seguro que quieres hacer esto? —preguntó, la respuesta del otro fue asentir, tocando con sus manos el pene de Seokjin, provocándole pequeños espasmos.  

Acarició suavemente, deslizando su mano desde el glande hasta la base, una y otra vez, después de un rato, acercó sus labios a la piel suave de la pequeña cabeza y besó, acto seguido abrió la boca y engulló todo lo que pudo.  

Jin que estaba todavía sentado, se dejó caer hacia atrás excitado.  

—Oh, joder.  

El menor chupó todo lo que pudo justo como se lo hacía la mujer del vídeo al hombre.  

—Oh Dios… Kook, tu boca es mágica. 

El menor lo miró, mientras seguía con su trabajo. Observó con mucho detenimiento como el rostro de Seokjin estaba desfigurado en expresiones de placer, el cuerpo le temblaba ligeramente. Llevó su mano a su propia erección para acariciarla. Mientras seguía engullendo el pene de Jin, y gimió, aún con su boca llena. 

—En verdad, se siente muy bien, Kookie. —Jin llevó su mano a la cabellera espesa del chico y se aferró a ella, moviendo sus caderas en embestidas, follándose la boca del otro. 

Aquello era estar en la gloria, pero aún gemía bajito tratando de no hacer mucho ruido.  

Apartó a Jungkook sintiendo el clímax cerca, llevó sus manos a su erección y miró como éste se tocaba así mismo. El más chico tenía una erección muy grande y gruesa entre sus manos. 

—Ahh... Mmg... —gimió suavemente mordiendo sus labios mientras sus manos se movían sin descanso por toda la carne de su erección. —Ahhhh...  

Se corrió, cubrió su boca evitando hacer ruido, y su cuerpo lleno de temblores; todo bajo la intensa mirada de su dongsaeng.  

—Hyung.  

—Perdón, lo siento, Kook, de verdad. —dijo avergonzado de haber llegado primero al orgasmo y no haber hecho algo por el menor cuando se suponía que eso era por él. —Me vine, yo voy... a chupártelo también, recuéstate en la cama, diablos, ¿qué te dio de comer tu madre? 

—¿Por qué hyung? —preguntó avergonzado. 

—Porque es grande, es jodidamente grande. —le dijo. —Tienes un monstruo ahí abajo, que envidia. 

Jungkook se avergonzó más de lo que ya estaba y cubrió su cara con una almohada. 

—Hyung, Jinnie hyung, yo quiero meterlo. —pasó saliva después de decírselo, Seokjin alzó una ceja sin entender. O eso pretendió.  

—¿De qué hablas? 

—Quiero tener sexo, como en la película. 

—Jungkook, no hay forma somos hombres. 

—Pero, pero Taehyung y Hoseok lo hacen. —hizo un tierno puchero. Jin lo miró interrogativamente y se obligó a explicar. —Cuando salí al baño, ellos no me vieron pero yo sí, estaban haciéndolo como en la película, Hobi parecía disfrutarlo yo también quiero hacerlo, hacerte eso a ti, estar dentro de ti. 

Seokjin desvío la mirada nervioso y pensando en la información que acababa de recibir, luego miró a Jungkook y tragó grueso, el menor estaba sonrojado, con una mirada ilusionada y poniendo ojos de cachorro sabiendo que era su debilidad, nunca pudo decirle que no a su niño cuando ponía esos ojos.  

Si Jeongguk quería un dulce, se lo compraba, cuando quería queamle ayudara con la tarea, ahí estaba, aprender a jugar fútbol, por supuesto que le enseñó, nunca pudo decirle que no; pero, esta vez Jungkook quería follarlo como la mujer de la película. Suspiro cansado. 

—Supongo que es tu día de suerte… —se burló. —Voy a entregarte la virginidad de mi culo. —dijo y se acomodó en la cama abriendo sus piernas.   



-jeonseokjinniee. 🎬

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