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Parte XI

Jungkook lamió dos de sus dedos. Bastante ansioso. 

—Puedo hacerlo yo, Jeongguk. —le dijo Jin refiriéndose a su preparación, ciertamente se sentía algo cohibido de pensar en su menor metiéndole sus dedos en el culo, o teniendo sexo. 

Jeon negó. 

—Quiero hacerlo yo, hyung, quiero aprender. —le dijo y le sonrió, aún con sus dedos dentro de su boca, por lo que sus palabras apenas se distinguían. Los ensalivó bien y cuando los creyó listo, los apartó de su boca para llevarlo a la entrada del mayor, Seokjin estaba acostado, desnudo y con las piernas abiertas, mirando a todos lados menos a Jungkook. 

—Voy, lo meteré, hyung. —le avisó. Se relamió los labios y penetró lentamente con uno de ellos.  

Jin se tensó ante la intromisión, pero se aguantó, trató de relajarse y le regaló una sonrisa al pequeño de ojos grandes. Lo que menos quería era asustarlo. 

No entendía cómo podía verse tan dulce, tan infantil, los ojos grandes y sonrisa de conejito, tierna y de un momento a otro, pasar a tener un rostro sexy y la mirada pervertida, mientras miraba el cuerpo de su hyung desnudo. 

Mientras tanto el pequeño castaño, no tan pequeño, estaba maravillado por la sensación caliente y absorbente que ejercían las paredes de Seokjin sobre su dedo, como si lo succionara, estaba maravillado, por cómo se abría acoplándose a su dedo. Metió otro con cuidado, alegrándose de ver el cuerpo de su hyung temblar. 

—¿Ahora qué hago? —le preguntó al mayor temiendo lastimarlo. 

—Supongo que tienes que moverlo en forma de círculo y tijeras, que sé yo. —Seokjin no era experto en el sexo anal, pero había visto unas cuantas porno donde se practicaba el acto, sobre todo en aquellas donde habían tríos de una mujer con dos hombres, debió imaginarse desde entonces, que algo estaba pasando con él, al disfrutar de dos hombres tocándose los penes.  

—Así… —dijo, era más afirmación que pregunta, movió sus dedos torpemente como pudo tratando de expandir el interior para que lo recibiera, estaba ansioso por meter su pene en ese lugar tan caliente. —¿Te gusta, hyung? 

Seokjin asintió mordiéndose el labio, era extraño pero no se sentía mal, además su miembro había reaccionado inmediatamente a los toques curvándose sobre su pelvis, no tardó en atenderlo.  

Jeon metió un dedo más para el disfrute del mayor, que echó su cabeza hacia atrás clavándola al colchón.  

—Dios, Jungkook se siente un poco genial…  

—Seokjin, Jinnie, ya no puedo más, me está empezando a doler déjame meterlo.  

—Está bien, ya puedes meterlo. 

Jungkook sonrió emocionado y se acomodó mejor entre las esbeltas piernas del mayor, flexionando cada una a su lado, tomó su pene entre sus manos para alinearlo en la entrada de Seokjin.  

—Ve desp- ¡Joder!  

Jin se quejó cuando sintió una estocada rápida, Jungkook lo penetró de golpe provocándole un dolor desgarrador. Llevó su mano a su boca y la mordió para evitar gritar por la dolorosa intromisión, los dedos de Jungkook no eran nada comparado al monstruo que tenía ahí abajo, aguantó el llanto y sólo unas cuantas lágrimas se acumularon en sus ojos. 

Santo Dios, santa mierda, santa virgen, el sexo anal dolía como el infierno.  

—Jungkook, sácalo… arde. —rogó, sintiéndose un puto egoísta por no dejar a Jungkook liberarse, pero de verdad que le dolía, no sabía si era porque Jungkook no lo había preparado bien o porque era grande ahí abajo, debió suponerlo, el niño siempre tuvo manos grandes y ya saben lo que dicen de las manos grandes.  

—No hyung, no quiero, por favor aguanta, se siente bien estar dentro de ti. —el menor rogó, abrazándolo y aferrándose de sus caderas de forma posesiva.  

—Por favor cariño, lo volveremos a intentar otro- ¡por Dios! —gruñó, cuando el menor empezó a moverse. 

Si hubiera sido cualquier otra persona, Seokjin le hubiera dado una patada en la cara y se lo hubiera quitado de encima, pero no con Jungkook, no con su niño de tierna sonrisa. 

—Está bien, pero despacio, ¿sí cariño? 

—Gracias hyung, ¿así? —retiró su miembro un poco y volvió a entrar en una embestida lenta, Seokjin asintió y Jungkook repitió el movimiento una y otra vez, lanzando suspiros al aire llenos de excitación. —Jin, esto se siente muy bien... 

—Espera, ah~. —gimió suave acostumbrándose a las sensaciones de su cuerpo. —Ahí, trata de golpear de nuevo ahí.  

—¿Aquí? —preguntó y sólo lo escuchó gemir y asentir, Seokjin excitado era la puta gloria, volvió a golpear ese punto que lo hacía gemir agudamente. 

—Sí, Jungkook, no pierdas ese punto. 

Jin no sabía cómo pasó, pero el menor lo había volteado y puesto en cuatro mientras lo embestía por detrás y lo follaba como si él fuera una perra muerde almohadas.  

—Hyung, tienes linda voz.  

—L-lo sé. —respondió tratando muy duro de aguantar su orgasmo.  

—Bonita espalda… —pasó un dedo por la línea de la espalda, provocando que Jin se retorciera con fuerza. —Suave cabello, linda sonrisa, piernas perfectas, deliciosos labios.  

—Por Dios, calla, Jeongguk, me avergüenzas.  

—Y muy, muy buen culo. 

Fue el final para Seokjin, se corrió ocultando sus gemidos en la almohada y desplomándose por completo en el colchón, obteniendo su segundo orgasmo de la noche mientras un niño apenas entrando en la pubertad le daba por el culo. 

¿Dónde estaba la ONU cuando se necesitaba? 

Jungkook siguió bombeando dentro de él, expresando gemidos roncos y finalmente ocultando su rostro en el cuello de Jin, chupando, besando y mordiendo, aguantándose las ganas de gemir fuerte cuando el orgasmo le invadió.  

—Hyung, ha sido fantástico… —le dijo con una sonrisa. —Bésame, hyung, en los labios. 

Jin asintió y le sonrió, le dio un suave beso seguido de otro y luego otro. Se vistieron de nuevo con pequeños sonrojo y unos besos de vez en cuando, luego ambos se acurrucaron en la cama para dormir.  

-jeonseokjinniee. 🎬